El día en el que muera dejaré el mundo tal y como está, nada cambiará y a nadie le importará demasiado, solo a unos pocos humanos que significan muy poco para el Universo.
Los árboles seguirán creciendo, los animales se seguirán reproduciendo y el Sol volverá a salir día tras día, ajenos a mi inexistencia.
El tiempo seguirá avanzando, la maquinaria que hace funcionar a todos los seres vivos y los que no consideramos como vivos no parará su avance y en muy poco tiempo mi pequeña huella dejada en este mundo habrá desaparecido.
Fuente
Yo, por mi parte me iré descomponiendo, poco a poco no quedará más de mí que unos simples huesos que acabarán en polvo y mi consciencia ya habrá pasado a otro plano existencial.
El mundo seguirá vivo y cambiando a su ritmo y otros humanos seguirán muriendo y naciendo mirando siempre hacia el futuro y olvidando el oscuro pasado.
No iré a parar a ningún otro lugar, no iré a un paraíso ni a un infierno, ni tampoco me reencarnaré en otro humano más.
Mi muerte será lo último verdaderamente relevante que podré hacer en este planeta. Simplemente moriré