Marcos es mi primo, más que mi primo lo considero mi hermano, él y yo hemos sido muy unidos, crecimos juntos, apenas un año de diferencia nos separa, vivimos en el mismo vecindario y hemos hecho juntos todos nuestros años de escuela, hasta la universidad, donde asistimos al mismo campus, pero ahí si con diferentes carreras.
Lo cierto es que ambos estamos muy al tanto de nuestras vidas, compartiendo casi cualquier evento a lo largo de nuestros 26 años de existencia.
Con respecto a él conozco de sus gustos y de sus fobias también, por ejemplo que le tiene una especial aversión a las ranas, desde el día en que participamos en un campamento de verano acá en Chile donde residimos.Las ranitas, que se alborotan a salir en esa época en busca de agua y humedad, por lo que se les aparecían a mi primo por todos lados, lo que lo tenía preso del pánico, porque le causaban mucho miedo.
Él dice que por su aspecto húmedo y textura gelatinosa, pero lo que más le impresiona de esos animalitos, son sus ojos brotados casi salidos de sus órbitas y que según él, se le que quedan mirándolo amenazante, a punto de saltar sobre él jeje...
Dicen que cuando uno le teme más a una cosa y no se le enfrenta, más lo persigue, y al pobre Marcos las ranitas siempre le han jugado malas pasadas. Aún en casa siempre se le aparecen y ciertamente se le quedan mirando de la forma que él dice, porque lo pude comprobar una vez que estando él en el baño comenzó a llamarme que lo fuera a auxiliar porque había una rana mirándolo de manera muy intimidante, ciertamente el pequeño anfibio tenía todo el cuerpo volcado hacia Marcos, con los enormes ojos verdes clavados en toda su humanidad. por supuesto tuve que intervenir y sacarla del cuarto de baño para que el chiquillo pudiera permanecer tranquilo.
Yo estaba en la cocina con mi madre sirviendo los platos para llevarlos a la mesa, donde se encontraba marcos con sus padres y mi padre, en un día domingo familiar para almorzar todos juntos.
Mi madre y yo llevamos los platos servidos y nos sentamos a la mesa a comer, dimos las palabras de acción de gracias, pero cuando nos llevamos el primer bocado a la boca, Marcos pegó un escalofriante grito y tomó su plato lleno de comida y lo lanzó con todas fuerza y desesperación por el aire, y comenzó a gritar:
_¡Una rana, una rana salto en mi plato!
Efectivamente pude ver como la ranita voló por el aire junto con la comida del pobre muchacho.
Después del bochorno, que sufrimos por todos, y ya más calmados, no parábamos de reír, ante lo sucedido, además de analizar que al pobre Marcos le suceden unas cosas, ¡Dios!
Los invito a unirse a este concurso, creando su anécdota desde la experiencia de un familiar, acá les dejo el link donde se encuentran las reglas del mismo:
https://steemit.com/topfivefamily/@topfivefamily/cuentame-tu-anecdota-esa-que-aun-recuerdas-y-te-hace-reir-o-llorar-concurso-topfivefamily
Saludos amiguita chilena, que buena broma que le pasa a tu primo, no puedo imaginar el gran susto que se llevó al ver que la rana le saltó sobre su plato, no es para menos que le tenga miedo a las pobres ranitas jeje, aunque ellas son indefensas. Suerte en el concurso amiguita linda.
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