Uno de esos regalos que te llegan, un detalle que te hacen tus hijas y que te dan un subidón que te dura varios días. Te hace tanta ilusión que te da hasta pena abrir, porque el detalle se quedará solo en tu memoria.
Un vino de la bodega valenciana Vegamar que no sé cómo estará, ya que es un tinto que todavía no he probado, pero en el que tengo tantas expectativas que a saber cómo me termina sabiendo. Solo por el detallazo, seguro que bueno, pero os contaré cuando encuentre una ocasión que merezca la pena y que haga que abra este regalazo de mis niñas.