Hoy quiero contarles que, para fin de año, viajé al estado Táchira para pasar esta fecha en familia con mi hermano, su esposa e hijos, a quienes no vimos durante 1 año.
Hoy les cuento sobre el viaje de ida. Yo me encargué de la preparación de todas las maletas, que eran muchas, debido a que llevábamos nuestra ropa y además los obsequios para todos allá. Por otro lado, mi madre preparó la comida que llevaríamos para el camino, y además las hallacas y pernil que llevaríamos para la cena de año nuevo. Sí, como imaginan y pueden ver, eran un montón de cosas. Fue un gran esfuerzo mover todo entre solo 3 personas hasta el terminal donde tomaríamos el autobús, pero lo logramos.
Nosotros normalmente viajamos por tierra, en esta ocasión fue a través del terminal La Bandera, donde a pesar de tener un horario de salida para las 6:00 pm, iniciamos el viaje a las 7:00 pm. Nosotros no nos estresamos por ello, ya que es común que estos retrasos sucedan. Así que esperamos con calma hasta que salimos.
El bus estaba bastante frío. Yo usé gorrito, tapabocas, doble media y cobija para protegerme ya que estos días estaba sufriendo un poco con mi garganta, pero no podíamos retrasar el viaje así que tocó cuidarse un poco más.
En cuanto al camino, fue súper tranquilo, tanto que pudimos dormir mientras se avanzaba. Ya estamos algo acostumbrados, por ello la calma. Las primeras veces sí estábamos muy nerviosos, y yo mareada, pero ya estamos algo adaptados al trajín por así decirlo.
Tuvimos una parada en un negocio que es una panadería, en el estado Cojedes, donde pudimos comer a eso de las 12 am, y luego continuamos el camino, hasta que amaneció mientras estábamos más cerca de nuestro destino. Ahí pudimos ver mucho verde, algunos ríos y también el peaje que nos indicó que estábamos llegando a Táchira.
Llegamos al terminal privado de Flamingo en Táchira, y ahí esperamos para retirar las maletas y que nos buscara mi hermano para llevarnos a casa. A pesar de descansar un poco, siempre uno llega algo chocado lógicamente. Aun así, llegamos muy felices de poder compartir de nuevo con nuestros seres queridos.
En una próxima publicación, les cuento más sobre mis días en Táchira.
¡Gracias por llegar hasta aquí!
Hasta la próxima publicación.
English Version (click here)
My land trip to tachira with my family!
Hello, handsome and beautiful people. I hope you had a happy start to the year✨.
Today I want to tell you that for the end of the year, I traveled to the Táchira state to spend this date with my brother, his wife, and children, whom we had not seen for 1 year.
Today I will tell you about the trip there. I took care of the preparation of all the suitcases, which were many, because we were carrying our clothes and also gifts for everyone there. On the other hand, my mother prepared the food that we would take for the road, and also the hallacas and pernil that we would take for the New Year’s Eve dinner. Yes, as you can imagine and see, there were a lot of things. It was a great effort to move everything between just 3 people to the terminal where we would take the bus, but we did it.
We usually travel by land, but this time it was through the La Bandera terminal, where despite having a departure time of 6:00 pm, we started the trip at 7:00 pm. We didn’t stress about it, since these delays are common. So we waited calmly until we left.
The bus was quite cold. I wore a hat, mask, double socks, and a blanket to protect myself since I was suffering a bit from my throat these days, but we couldn’t delay the trip so we had to take extra care.
As for the road, it was super calm, so much so that we were able to sleep while we advanced. We are already somewhat used to it, hence the calmness. The first few times we were very nervous, and I was dizzy, but we are already somewhat adapted to the hustle and bustle, so to speak.
We had a stop at a business that is a bakery, in the Cojedes state, where we were able to eat around 12 am, and then we continued on our way until it dawned while we were closer to our destination. There we were able to see a lot of greenery, some rivers, and also the toll that indicated that we were arriving in Táchira.
We arrived at the private Flamingo terminal in Táchira, and there we waited to pick up our luggage and for my brother to come and take us home. Despite resting a bit, one always arrives somewhat shaken, logically. Even so, we arrived very happy to be able to share with our loved ones again.
In a future post, I’ll tell you more about my days in Táchira.
Thank you for making it this far!
Until the next post.
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