Creo que se me hace más fácil reflexionar (y sobre todo quejarme) con estos tipos de metáforas, haciendo uso de analogías que pueden conmover o molestar, mover o detener, como sea que se vea. Esta vez escribía para mí mismo, me daba ánimos frente a la tormenta y traté de hallarme del otro lado del lodo por un buen momento.
Olé, my friend.