Me encanto leerte, mientras te leía me quede un poco sorprendida cuando leí esto
Cuando somos niños muchas veces pedimos cosas que por azares de la vida no tenemos, la precariedad monetaria casi siempre suele ser el factor o hasta ser una familia numerosa, esa en donde deben haber turnos para comprar algo para cada hijo o hija de la familia, lo que ocurre al llegar a la adultez es que sentimos culpa de comprar algo banal para nosotros mismos, entramos en la disyuntiva de “lo quiero pero es muy caro”
La verdad no me había percatado de que esto nos pasa a muchos y por eso nos negamos las coas y no solo las caras a veces hasta las más baratas por darle como también mencionaste prioridad a la familia y uno dice que para después y nunca lo hace yo he venido cambiando ese pensamiento y ahora disfruto de comerme cosas sola y de pasar tiempo a solas conmigo, fue un placer leerte.
Creo que muchos vivimos algo similar en la infancia, algunos no superan aún el periodo de "culpa" y terminan minimizando su propio ser, otros como tú han avanzado y cambiado esa parte, no está mal consentirse de vez en cuando, es algo que debemos enseñar a nuestros hijos así en el día de mañana no pasarán por estas disyuntivas.
Agradecida de tu visita y tu punto de vista, sigamos avanzando y cambiando qué para seguir aprendiendo lo hacemos cada día por más que avancen los años.
Feliz día viernes 😊.