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Hace un rato salí a regar mi jardín, algo necesario con las temperaturas de 40°C que estamos teniendo estos días. A diferencia de otras ocasiones, esta semana lo he estado haciendo por la tarde, y no al despertar como antes; y si al hacerlo temprano disfruto sentir la frescura de la mañana junto con los primeros rayos del sol, por la tarde disfruto hacerlo durante el atardecer mientras disfruto de la brisa vespertina que viene del norte.
Lo curioso es que hasta hace no poco tiempo, salir a regar a mi jardín, más que un disfrute era una obligación, algo que tenía que hacer. Pero le he agarrado el gusto a hacerlo, y se ha vuelto algo importante de mis tardes, algo que me conecta no solo con el jardín, sino con el cielo, la brisa y conmigo mismo.
Me he descubierto haciendo planes para mi jardín mientras riego, y revisando mis plantas en busca de plagas o mejores ubicaciones según su crecimiento. He conectado finalmente con la actividad y eso es algo muy positivo, para mi y para el jardín.
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Recuerdo que me pasó algo similar con mi café de las mañana cuando comencé a hacer ayuno intermitente y dejar de desayunar. Preparar el café con el que empiezo mi día, y que me acompaña durante buena parte de mis mañanas, se fue convirtiendo poco a poco, sin que me diera cuenta, en un ritual, y hoy día es parte esencial de mi cotidianidad.
Moler el café, preparar la mezcla con la especias que a veces le agrego, y la sensación del termo en mis manos se han vuelto parte importante de mis días. Y así como estos dos ejemplos hay muchos, que ahora que lo pienso, se han vuelto parte de mi vida: desde como doblo y guardo mi ropa, hasta el tipo de música uso para acompañar ciertas actividades.
Muchas pequeñas cosas, se han vuelto grandes cosas que disfruto mucho hacer, y se han convertido en parte de quien soy, definiéndome tanto o más que mis logros, mis pertenencias y mis creencias. Yo soy la suma de todo lo que he vivido y construido con los años, pero soy también la suma de esas muchas pequeñas cosas que disfruto hacer, y que al irse acumulando van construyendo mis días.
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Esas pequeñas cosas son bocanadas de aire fresco que uno va construyendo con los años, a veces de manera consciente, a veces de manera inconsciente, y al irse convirtiendo en rutinas, que a su vez se convierten en tiempo vivido, van conformando nuestra existencia, nuestro día a día.
Construir esos pequeños momentos, e incluso diseñarlos, se ha vuelto una estrategia más para disfrutar mi vida. Si tengo que hacer cosas que no me gustan, o que sencillamente tengo que hacer, buscar la manera de darle la vuelta a la situación, volviendo esos momentos algo que puede ser disfrutable, aunque sea en pequeña medida, las hace más llevaderas, menos pesadas.
En el peor de los casos alternar esos momentos que no disfruto tanto, con otros que disfruto mucho, va creando un balance que hace mis días mejores. Hay muchas cosas que no podemos evitar vivir, sin embargo como las vivimos y como nos afectan, como nos relacionamos con ellas, es algo que si podemos controlar. Y aquí es donde las pequeñas cosas de las que están llenos nuestros días, son de gran importancia.
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Son como las costuras de una prenda, casi no nos fijamos en ellas, pero son lo que une todas sus partes, y son también esos pequeños detalles que hacen cada prenda única e irrepetible: los botones, el original doblez de la manga, la forma y tamaño de la bolsa, el bordado del logo, etc.
Las pequeñas cosas son las costuras de nuestra existencia, son lo que va uniendo las diferentes partes de nuestra vida, y las vuelve un todo. Y son también lo que hace de nuestro existir algo único y disfrutable, si trabajamos en ellas.
Y esto no es tan difícil en esencia, aunque a veces en la práctica puede serlo. La clave es sencilla: vivir en el presente, en el momento, y sacarle el mayor provecho posible, y si este presente no es el ideal, ver la manera de que se acerque a este lo más que nos sea posible.
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Si aprendemos a sacarle el máximo a todos los momentos y a las pequeñas cosas de que está llena nuestra vida, desde que nos despertamos hasta que nos vamos a dormir, no habrá día por pesado que sea que no podamos disfrutar. Pongan a prueba esta filosofía y comparen por ustedes mismos la diferencia. Muchas gracias por leerme y hasta la próxima.
©bonzopoe, 2024.
Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.
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Buenas noches @bonzopoe, cuanta razón tienes, esas pequeñas cosas hacen nuestro mundo y son en ellas donde podemos encontrar ese espacio de bienestar interior cuando estamos con nosotros mismos, Tu anécdota del jardín es similar a la mía. Siempre he tenido plantas, pero no un jardín como tal, hace unos meses decidí arreglar el patio trasero de la casa y hacer un jardín en él. Una decisión tomada más por necesidad que por gusto, ya que venían las lluvias, se llena de monte y mantener el asunto controlado, requiere de tiempo y esfuerzo que mi esposo, que es quien hace el trabajo, ya no tiene mucha disposición para ello.
Así que me propuse ir acondicionando por etapas, haciendo pequeñas jardineras, que me fuese más fácil controlar la maleza. Estoy encantada con la actividad, si antes disfrutaba regar mis plantas, esto del jardín me resulta muy gratificante, me llena de ilusión y cada tarde cuando me meto en él me regocijo al ver como va evolucionando. Pequeñas cosas que te alegran el día a día.😊 Saludos cariñosos.
Que tal @damarysvibra, muchas gracias por el apoyo y por comentar, y veo que coincidimos en lo terapéutico que puede ser un jardín, que bueno que disfrutes tanto del tuyo como yo comienzo a hacer con el mío. Saludos y un fuerte abrazo desde México.
Hola @bonzopoe, me gustó el uso de la costura como metáfora de una mejor vida. Creo compartir, quizás sea mío y no del texto, que esas pequeñas cosas, el pararse y conectarse con el momento, es lo que separa una vida sin sentido, una sucesión de actividades, de una vida con un propósito.
Saludos.
A veces simplemente estar consciente de lo que se hace puede marcar una diferencia. La actitud con que vivimos puede afectar directamente la experiencia, así que puede que tengas razón en tu comentario. Muchas gracias por tomarte el tiempo de compartir. ¡Saludos!
Saludos
@tipu curate 4
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