Ángeles de Polaris (continuación) / Angels of Polaris (continued)

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Imagen propia, creada mediante la IA de Craiyon / Own image, created by the AI of Craiyon


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Español


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Ángeles de Polaris (continuación)

—¿Qué hacemos con nuestro amigo William? —preguntó Alfredo.

—Nada es solo un pobre viejo huraño, que se vio envuelto en este lío y quiso llamar la atención a su extraño modo a lo que sucedía —respondió Oliver, apagando la proyección que mostraba al anciano hombre sentado aún en la mesa de interrogatorios con una triste expresión en su rostro. —Hablaré con el fiscal y buscaré que lo deje ir, con la condición de que nos lleve a todos aquellos cuerpos que pueda recordar donde los dejó.

—Me parece bien, y luego de eso, ¿qué?, lo dejaran volver a su solitario rincón de la galaxia —dijo Alfredo.

—¿Qué otra cosa se puede hacer?, es la vida que eligió, y viéndolo bien, empiezo a ver las ventajas de su forma de pensar —respondió Oliver.


La estación espacial concluía una órbita alrededor del agujero negro que le servía de fuente de energía, la radiación emitida por la materia acelerada a velocidades relativistas que giraba en su anillo de acreción alimentaba cientos de paneles que se encargaban de alimentar las baterías que hacían funcionar las instalaciones, ocultas a las miradas inquisidoras de Parlamento y el público en general.

En su interior se diseñaba el futuro de la especie humana, se cultivaba la semilla que en varios miles de años serviría para asegurar la sobrevivencia del hombre en medio de una galaxia hostil. Ya varios cientos de años habían transcurrido desde que había empezado a operar en aquel remoto e inaccesible lugar, sorteando grandes dificultades y con una inversión que ningún gobierno planetario estaría dispuesto a cubrir, menos con el trabajo que en ella se realizaba, el costo político de aquello, si se llegaba a conocer, sería insostenible para cualquier forma de administración pública.

Cientos de miles de millones de créditos provenientes de varias empresas, fundaciones y particulares, interesados en la preservación de la humanidad, fueron necesarios para la creación de aquel lugar, miles de millones ocultos del fisco y dedicados a la más controvertida y ambiciosa investigación.

En el interior de uno de los laboratorios, un joven de aspecto cansado vistiendo un overol naranja, tras cruzar la habitación atestada de equipos, cuyo propósito desconocía, se aproximaba a la puerta de una pequeña oficina que estaba al final, y en la que una placa de color azul indicaba, “Director de Seguridad”, levantó su mano para golpear la superficie de polímero de la puerta y antes de que logrará hacerlo un leve zumbido fue emitido y la puerta se deslizó entre la pared para descubrir tras ella, a un hombre sentado tras un pequeño escritorio, sobre el que estaba el panel de una terminal del supercomputador que albergaba el núcleo de la estación.

—Adelante Martín —dijo el hombre levantando la mirada en dirección de la puerta. —¿Qué noticias traes?

—Debemos cambiar de estrategia, señor, descubrieron al viejo, en este momento el ejército está inspeccionando su casa —dijo el macilento joven.

—Es justo lo que estábamos esperando —respondió el hombre poniéndose de pie. Salió de la oficina y caminó en dirección de un gran refrigerador, situado casi en la entrada del laboratorio, lo abrió y en su interior estaba el desnudo cuerpo de una mujer, con la cabeza rapada y las cuencas de sus ojos vacías. —Espero que esta sea la última, ya hemos arriesgado demasiado, llévala al transporte, ya sabes qué hacer.

Texto de @amart29, Barcelona, Venezuela, mayo de 2023

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English


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Angels of Polaris (continued)

-What do we do with our friend William? -asked Alfredo.

-Nothing, he's just a poor old sullen man, who got involved in this mess and wanted to draw attention in his own strange way to what was going on," answered Oliver, turning off the projection that showed the old man still sitting on the interrogation table with a sad expression on his face. -I'll talk to the prosecutor and get him to let him go, on the condition that he leads us to all those bodies he can remember where he left them.

-That's fine with me, and after that, what, they'll let him go back to his lonely corner of the galaxy," said Alfredo.

-What else is there to do, it's the life he chose, and looking back on it, I'm beginning to see the advantages of his way of thinking," replied Oliver.


The space station was concluding an orbit around the black hole that served as its power source, the radiation emitted by matter accelerated to relativistic speeds spinning in its accretion ring fed hundreds of panels that were responsible for powering the batteries that ran the facilities, hidden from the inquisitive gazes of Parliament and the general public.

Inside, the future of the human species was being designed, the seed was being cultivated that in several thousand years would serve to ensure the survival of mankind in the midst of a hostile galaxy. Several hundred years had already passed since it had begun to operate in that remote and inaccessible place, overcoming great difficulties and with an investment that no planetary government would be willing to cover, much less with the work that was being done there, the political cost of that, if it became known, would be unsustainable for any form of public administration.

Hundreds of billions of credits from various companies, foundations and individuals, interested in the preservation of humanity, were necessary for the creation of that place, billions hidden from the treasury and dedicated to the most controversial and ambitious research.

Inside one of the laboratories, a tired-looking young man wearing orange overalls, after crossing the room crowded with equipment, whose purpose he did not know, approached the door of a small office at the end, and on which a blue plaque indicated, "Director of Security", He raised his hand to knock on the polymer surface of the door and before he could do so, a faint buzzing sound was emitted and the door slid off the wall to reveal behind it, a man sitting behind a small desk, on which was the terminal panel of the supercomputer that housed the station's core.

-Come in, Martin," said the man, looking up at the door. -What news?

-We must change our strategy, sir, they discovered the old man, at this moment the army is inspecting his house," said the gaunt young man.

-It's just what we were waiting for," replied the man, standing up. He left the office and walked in the direction of a large refrigerator, located almost at the entrance of the laboratory, he opened it and inside was the naked body of a woman, with her head shaved and her eye sockets empty. -I hope this is the last one, we have already risked too much, take her to the transport, you know what to do.

Text of @amart29, Barcelona, Venezuela, May 2023


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