Las vacaciones para la mayoría de las personas son un modo diferente al que solemos hacer durante todo el año. Algunos son de los que van de vacaciones y no quieren ni lavarse los dientes entonces van al hotel en donde desayunan, no se preocupan por tender la cama o mantener en orden la habitación y que si quieren algo a cualquier hora, pueden levantar el teléfono y lo consiguen. Yo soy de las personas que cuando se va de vacaciones tiene el culo más inquieto que la mente. Osea todo lo contrario a todo el año.
Cuando me voy de vacaciones suelo buscar todas las actividades que puedo hacer allí y meterle todas mis energías para poder hacer la mayor cantidad posible. Para conocer y para divertirme. Depende de donde vayas hay infinidad de actividades. Si vas a una gran ciudad seguramente tengas mucha actividad de caminar, visitar museos, subir escalinatas infinitas y andar y andar todo el día. Y si vas a lugares al aire libre, playa, desierto o montaña tenes otro tipo de actividades. Por ejemplo esta vez yo quise irme a la playa y son recuerdos de aquel viaje que les voy a mostrar.
Isla Grande en Brasil es una de los tantos lugares en donde la playa y la selva se juntan. Brasil tiene una diversidad infinita de posibilidades como de animales que existen en su fauna. De hecho, dato de color, Brasil tiene uno de los porcentajes mass altos de fauna, flora de todo el mundo. Como tiene tanta cosa por hacer una de las grandes actividades es el surf, pero también hay varias otras de agua. A mi me encanta nadar y lo hago mucho cuando voy.
Pero esta vez, tenía ganas de hacer otro tipo de Brasil, y me dijeron que estaba muy bueno para hacer excursiones por senderos y caminatas que tiene muchos allí en donde te metes en la selva y van mostrando diferentes lugares y vas saliendo por playas paradisíacas que son impresionantes, así que dije, quiero ir ahi y quiero hacer eso.
Me anoté en una de esas excursiones, me dieron algunas indicaciones de vestimenta, zapatillas, mochila para llevar agua y algún alimento repelente de mosquitos y algunas cosas más y allí nos fuimos. En la caminata recorrimos lugares hermosos, vimos cascadas alucinantes y cada tanto el guía nos hacía como salir a tomar aire y ver más claridad y nos encontrábamos con playas paradisíacas que nos volvían locos.
La mayoría de las personas con las que hice la excursión eran locales asique me la pase hablando portugues hasta donde yo podía y la verdad es que ellos son amorosos y nos matamos de risa. Cuando terminó el día y para el almuerzo, salimos a dos playitas divinas en donde nos dimos un baño en el agua mientras venía la comida que pedíamos ahí. Y recuerdo que a nuestro regreso de la excursión nos estaban esperando con unas caipiriñas de recibimiento. Ese día caminamos aproximadamente unos 25 kms en medio de la selva, quedamos todos destruidos fue una locura hermosa.
