Los sábados de Marcelo

in #spanish19 days ago
Cada sábado, como un reloj puntual, Marcelo se sienta en la misma mesa de la esquina en la cafetería "El Amanecer". El aroma del café recién hecho se mezcla con el murmullo de las conversaciones y el sonido de las tazas que se encuentran con sus platos. Marcelo pide siempre lo mismo: una porción de brownie, con sus nueces crujientes en la superficie y ese centro casi fundido que tanto le gusta, y un vaso de limonada, fresca y ligeramente dulce.

Mientras saborea su pedido, Marcelo abre un libro que trae consigo, pero rara vez avanza más de unas páginas. Su mente está en otro lugar, en la oficina al final de la calle donde su hijo, Tomás, está en consulta con el psicólogo. Esos momentos de espera son un ritual para Marcelo, un espacio para él, aunque siempre termina observando la vida a través de la ventana, perdido en sus pensamientos.


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La gente entra y sale de la cafetería, algunos con prisa, otros buscando refugio del ajetreo de la ciudad. Marcelo ve familias, amigos, parejas... y se pregunta cómo será el mundo de Tomás cuando salga de su sesión. ¿Qué historias le contará hoy? ¿Qué progresos habrá hecho?

El reloj avanza, y con cada minuto que pasa, Marcelo siente una mezcla de ansiedad y esperanza. Sabe que cada sesión es un paso adelante para Tomás, un esfuerzo conjunto para entender y navegar por las complejidades de su mundo interior.

Finalmente, ve la figura familiar de su hijo acercándose por la acera. Marcelo cierra su libro, deja una propina sobre la mesa y se prepara para escuchar las aventuras de esa hora, las luchas y las victorias. Con un abrazo que dice más que mil palabras, padre e hijo se alejan de la cafetería, listos para enfrentar juntos otro sábado más.





Foto tomada con mi smartphone Samsung Galaxy S22 Ultra.

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Me llevaste a una parte de mi vida en la que yo era tanto Marcelo como el hijo... Esperar a ver que cambios te produce asistir a una terapia.
Excelente relato.

No es fácil este proceso. Marcelo es en la vida real, mi hijo menor José y estamos en esto desde hace 3 meses. Por suerte ha mejorado un 99%. La salud mental es tan o más importante que la salud en general.

Es muy importante! Y que bueno que vaya a terapia, el común piensa que eso es solo para locos, cuando la realidad es que debería ser tan normal como un chequeo dental.
Espero que tu hijo logre el equilibrio que está buscando para su tranquilidad y la tuya también.
Yo estuve 4 años en terapia psiquiátrica, pero iba sola, cuando salía me sentaba a tomarme un café o un jugo, a veces me iba al día siguiente al Ávila, a ser ese Marcelo que espera y entiende.

Muchas gracias!!! En Venezuela a la salud mental no se le presta atención. Cuando alguien va al psicólogo de una vez te tildan de loco, algo muy lejano a la realidad. Acá en Argentina es muy normal asistir a terapia psicológica, de hecho, 7 de 10 personas (incluidos los niños) asisten o han asistido a terapia.