En la ciudad de Vallequieto, la nieve era un recuerdo lejano, una leyenda que los abuelos contaban a sus nietos. Durante 20 años, el cielo se había mantenido claro, sin el más mínimo indicio de un copo de nieve. Pero este año, algo cambió.
Era un día común en Vallequieto, con el sol brillando alto y las calles llenas de gente. De repente, el cielo comenzó a oscurecerse, y una brisa fría sopló desde las montañas. Los ancianos miraron hacia arriba, sus ojos brillando con esperanza; algo en el aire les decía que este invierno sería diferente.
Las semanas pasaron y la temperatura bajó gradualmente. Los niños, que nunca habían visto la nieve, preguntaban con curiosidad qué era ese frío que calaba los huesos. Los comerciantes comenzaron a vender abrigos y bufandas, preparándose para lo que muchos aún no creían posible.
Una mañana, el milagro sucedió. Los copos de nieve comenzaron a caer lentamente, cubriendo las calles con un manto blanco. Los niños salieron corriendo de sus casas, extendiendo sus manos para atrapar los copos. La ciudad entera se detuvo, maravillada ante la vista de su primer invierno blanco en dos décadas.
Vallequieto se transformó. Las risas llenaban el aire mientras las familias construían muñecos de nieve y los jóvenes aprendían a esquiar en las colinas cercanas. La nieve trajo consigo una nueva vida, una nueva energía que la ciudad había olvidado.
La nieve no duró para siempre, pero dejó una huella imborrable en el corazón de Vallequieto. Los niños que jugaron en la nieve ese año pasarían la historia a sus propios hijos, asegurándose de que la magia de ese invierno nunca se olvidara.
La foto le pertenece a Claudio Urra y fue posteada en su cuenta de Instagram @claudio.urr4
Como aquí en Buenos Aires, un 9 de julio de 2007 nevó durante casi 12 horas y fui testigo del evento climatológico inusual.
Según los registros meteorológicos, desde que se lleva la anotación sistematizada, solo nevó dos veces en la capital de la Argentina, la vez anterior fue el 22 de junio de 1918.
Saludos @vgalue hermosa alegoría.