Fuente de la imagen: Pexels
Ausente está el verano
con ese horario que nos
obligaba a adaptarnos
al ajuste del tiempo y el espacio.
Presente está la primavera,
con un amanecer desconcertante
cuando el tiempo y el espacio
deciden decirle al sol que salga.
A las cinco el sol se levanta,
como si fueran las seis,
anunciando un nuevo día
de forma inusual.
Cuando las cinco ya son claras,
las seis son las nuevas siete,
y el tiempo empieza a correr
con suma rapidez.
Y todo eso en ausencia
de las horas veraniegas
creadas por el hombre
para aprovechar el tiempo.
Esta publicación ha recibido el voto de Literatos, la comunidad de literatura en español en Hive y ha sido compartido en el blog de nuestra cuenta.
¿Quieres contribuir a engrandecer este proyecto? ¡Haz clic aquí y entérate cómo!
¡Muchas gracias por el apoyo, @es-literatos !