Relato: Dos cartas para Victoria

in #spanish8 months ago

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La decisión de Victoria

Victoria y Benjamin

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Fuente de la imagen: Pexels

Victoria Crowley se sentó junto a la ventana a contemplar la calle del pequeño pueblo costero de Burnwick.

Dos meses pasaron desde que abandonara la casa de su esposo luego de anunciarle que quería el divorcio por medio de su abogado. Fueron días complicados para la joven, dado que no tenía ningún lugar al cual regresar; sin embargo, la familia de Louis le tendió la mano ayudándola a conseguir un lugar cómodo en aquél poblado, lejos de Londres y su gente.

Louis le advirtió que el caso podría estar difícil dado que Benjamin se negaba a apartar su vida de la de ella, y era muy probable que el resultado fuese desfavorable dado que no existía infidelidad alguna por parte de Benjamin y no había común acuerdo en la separación. Sin embargo, ese potencial resultado no la desanimaba; por el contrario, reforzaba su idea de marcharse del país pasados los dos meses de separación.

Su idea estaba enfocada en las Américas; quizás se establecería en Quebec, en Boston o en Buenos Aires. Ahí haría su vida y cortaría todo lazo doloroso que la atara a Londres, olvidándose por completo de que alguna vez estuvo casada con un hombre que no la trataba con afecto y una familia que simplemente ignoraba su existencia.

Un par de golpecitos la sacaron de sus pensamientos. Levantándose de su asiento, se arregló un poco los pliegues del vestido y se dirigió hacia la entrada de la calle.

Era Amos, el alegre cartero del pueblo. Tenía entre sus manos un par de cartas de Londres para ella. Agradecida por su amable servicio, le dio una propina y unas galletas para que pudiera aguantar el camino. Despidiéndose de él tras una breve charla sobre las novedades del pueblo, la joven se sentó en la sala y leyó los remitentes de sus misivas. Una era de Louis, y la otra era de Georgiana, su madre.

Dejando de lado la carta de Georgiana, abrió la carta de Louis, la cual rezaba lo siguiente:

Querida Victoria:

Te tengo dos noticias. La buena es que el juez te concedió el divorcio. La mala es que Benjamin apeló su decisión, por lo que el proceso va a ser más tedioso y largo. Dadas las circunstancias del asunto, mi consejo como abogado es que intentes llegar a un acuerdo con él, cara a cara. Yo estaré ahí para apoyarte como amigo y abogado, y orientarte lo mejor que pueda en el asunto.

Adjunta a esta misiva está la carta de tu madre. Me dijo que quería hablar contigo urgentemente por todo lo que está pasando; deduje que quería hacerte cambiar de idea con respecto a lo del divorcio, a lo que le dije que te haría llegar tu mensaje tan pronto como te enviara las noticias.

Lo que sea que te diga en la misiva mejor tómalo de quien viene. A tus padres, sobre todo a tu madre, los he notado muy escandalizados con todo este asunto.

Cualquier cosa que surja, te lo haré saber de inmediato.

Con afecto, Louis.

P.d: Te mandan sus cariñosos saludos mis padres y mis hermanos, junto con el resto de mi parentela, en especial mi abuela Clary.

Victoria sonrió quedamente ante aquellas últimas palabras.

Los Fairchild era una de las familias más famosas e influyentes de Inglaterra, y la única que siempre ha estado para ella en uno de los momentos más duros de su vida. Particularmente fue la abuela de Louis, Clarissa Fairchild Ragnarsson, quien la acogió en su casa cuando recién supo que no podía tener hijos, dándole el consuelo que se suponía debía darle su suegra o su propia madre.

La anciana le dio una serie de consejos útiles sobre cómo sobrellevar aquella situación de forma tranquila, entendiendo que Victoria no contaba con nadie de su familia política ni de su propia familia. Incluso le aconsejó que considerara las palabras de su hermano en referencia a la adopción y el divorcio, explicándole de forma detallada las ventajas y desventajas de cada una.

Tomó entonces la misiva de su madre. Dudó por un momento si abrirlo o tirarlo al fuego de la chimenea; estaba consciente de que quizás su misiva esté llena de reclamaciones y repartición de culpas, por lo que le desanimaba leerla por momentos.

Al final, abrió el papel y empezó a leer su contenido:

Mi querida Victoria:

Espero que te encuentres bien y que estés gozando de buena salud.

Tu padre y yo estamos muy preocupados por los recientes acontecimientos de tu divorcio. De ello nos ha informado Benjamin con detalles a nuestro parecer muy desconcertantes.

Entiendo que ansías mucho tener un hijo, y que has luchado mucho por tenerlo con resultados desfavorables. Pero eso no te da pie ni derecho a que inicies un proceso de divorcio solo porque no vale la pena estar casada; ¿es que acaso no has tomado en cuenta los sentimientos de Benjamin respecto al tema?, ¿acaso no has pensado que él también se ha sentido mal con aquella fatal noticia?

Te ruego, como tu madre, que detengas esta locura y reconsideres otras opciones para tener hijos. O al menos resignarte a que tu hogar no tenga la bendición y la alegría de una criatura. Piensa en tu reputación y en el mal que te estarías haciendo si sigues con ello.

Los Abernathy, con quienes hemos estado dialogando durante los últimos meses, me han dicho que, de reconsiderar tu decisión, procurarán emendar cualquier asunto inconcluso que tengas con ellos

Piensa en ello, hija mía, que es más por tu bien y por el de nuestra familia.

Con afecto, tu madre.

"Que lo piense... Lo siento, madre, pero ya lo pensé y lo he decidido", dijo Victoria mientras se levantaba de su asiento y se dirigía hacia la puerta que daba a la calle.

Sort:  

Victoria, está decidida a divorciarse, solamente ella y el tiene que tomar esa decisión, bueno eso creo yo, pero los padres piensan otra cosa. Buen relato.

¡Hola, @petrica33 ! Sí, en definitiva ellos son los únicos que pueden tomar esa decisión. Nadie, ni siquiera la familia, deberían intervenir; no obstante, en esa época un divorcio era considerado para las familias adineradas un auténtico escándalo que las puede poner en el ojo del huracán. Además, las mujeres divorciadas eran mal vistas, no tanto así los hombres divorciados.

En eso los victorianos eran Auténticos expertos, sin duda alguna.

¡Saludos, mi estimada, y que tengas un bonito día!

Hola amiga, se vivia de muchas apariencias, los millonarios y sus cosas.