Experiencia Religiosa...

in #aroma6 years ago (edited)

Sábado, 4 de Agosto de 2018.
2:30am.

Estoy en el mismo sitio donde me acosté, un pequeño espacio en una cama donde se encontraban durmiendo mi hijo y la mujer que amo, levanto un poco la cabeza para observar si aun duermen, en efecto siguen descansando, hace tiempo que no tenia una imagen tan hermosa en mi cabeza y pienso "están aquí, ambos, las dos personas por quienes daría mi vida, están aquí, justo a unos centímetros de mi", hace tiempo que no estaba tan cerca de ellos, hace tiempo que no coincidíamos los tres al dormir, justo como antes, hace tiempo que no dormía tan feliz.

Sentí la felicidad que irradiaba de mi hijo, puesto que esa seria la primera noche en la que el no me preguntaría "Donde esta mama?" al acostarse y no verla.

Por mi parte no tenia ganas de dormir, solo quería quedarme ahí, acostado junto a ellos, esperando que me necesitaran, protegiéndolos de cualquier cosa, sintiéndome nuevamente vivo.

Luego de un rato de pensar decidí levantar mi cabeza, la observo a ella y pienso "eres un hombre afortunado, esta oportunidad quizás no la vuelvas a tener..." Así que muy despacio me acerque a ella, y por unos 10 minutos aspire el aroma de su cabello...

Fue delirante, sentí una patada tan fuerte dentro de mi pecho, mi cuerpo tuvo extrañas reacciones, mi piel se erizo, logró por esos 10 minutos calmar la guerra que vive en mi y 10 minutos tuve paz, ni todo el licor, ni todo el café, ni todos los alucinógenos del mundo podrían darme esa sensación de inmortalidad, mis pulmones poco a poco se llenaban del aroma de los dioses, ese instante, ese pequeño momento tan insignificante para el universo se convirtió en mis 10 minutos en el cielo, 6 años de momentos tristes y de momentos muy felices que hemos vivido juntos pasaron frente a mi en esos 10 minutos y hubo una danza entre mi corteza prefrontal y mi hipocampo, fue mi pedazo de gloria, sentí que me los merecía, no sabia porque, no sabia la razón, pero sentí que me merecía sentir su aroma nuevamente, era mi premio, fue tan espectacular que de mi prisión sentimental lograron escapar dos lagrimas y fue cuando supe que ella habia logrado cambiar hasta la ultima gota de mi ser...

Esa, esa fue mi experiencia religiosa.

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