entre sombras agraciadas,
algunas son deformadas,
como la que hoy la acompañaba.
A veces la mano se acerca
y su sombra a la ballena cubre con cautela,
el animal no se alarma,
le gusta nadar entre sombras extrañas.
Persigue una redonda,
pensando que es un bombón de olas,
pero, no resulta ser nada,
sola es una bombilla que en lo alto anda.
Se asombra cuando llega,
al mar negro que la espera,
no sabe si nadar en aguas lobregas,
piensa y piensa, que hará en esta escena.
De repente se lanza,
va a nadar entre oscuras aguas...
Cuando se cansa,
sale de aquella agua negreada
y toma el sol, en la playa.
Fin
Créditos: Margarita Palomino
Jejeje, que tonta fue.
Ja ja. Es que su cerebro es de papel ja ja