Todo llega

in #blog5 months ago

¡Hola a todos otra vez!

¿Alguna vez has sentido que no tienes un lugar en el mundo, que los demás van más adelantados que tú o que todo te sobrepasa?

Está es parte de una vivencia de mi vida. Te lo contaré y puede que me desahogue como si fuera mi diario personal y logre tomar la decisión adecuada al final de este post.

Empecé la universidad cuando tenía 17 años, fue toda una odisea obtener el cupo universitario. Estudié enfermeria en Cumaná en la UDO (Universidad de Oriente) fue solo un semestre y me fue excelente, mis notas las mejores, era la delegada de mi sección en ese primer semestre, pero me di cuenta muy rápido que esa carrera no era algo que me veía ejerciendo toda mi vida, así que quise cambiar de carrera a Administración, me consideraba buena pero debía esperar al segundo semestre para poder cambiar, y adivinen qué pasó... Situación país.

Screenshot_20231207-205459.jpg

Fuente: https://images.app.goo.gl/ncixeLrB9im3nYx98

Abandone mis estudios por fuerzas mayores, ya la vida en mi país nos mostraba nuevamente colores turbios. Si, no era la primera vez. Si les hablo de mi etapa de bachillerato, liceo o secundaria como lo conozcas desde donde me leas, pues te enterarás que fue difícil casi todos esos 5 años. Muchas veces le pedí prestado a compañeros dinero para comer mi desayuno o simplemente les mordía un pedazo de su comida porque prefería guardar lo que me podia dar mi mamá para comprar algún material que necesitará para las clases o para comprar pan para la cena. Quería trabajar desde los 16 pero nadie me contrató por ser menor de edad. Era frustrante.

Así que a los 18 cuando dejé de estudiar en la universidad, conseguí mi primer trabajo pero no era suficiente tanto esfuerzo porque al final el dinero igual no alcanzaba, llegó la oportunidad de irme a nuevos horizontes y buscar ayudar desde fuera a mi madre. Al principio no fue color de rosa pero después de mucho tiempo logré hacer que mi mamá hasta se fuera a verme en el exterior pero igual fue deprimente, no vivía en buenas condiciones así que no la hice vivir todas la experiencias de paseo y turismo que yo tanto anhelaba después de 3 años fuera de casa. Y es decepcionante no haber cumplido lo único que ella me pidió para dejarme ir, que estudiara.

Screenshot_20231207-210330.jpg

Lo intente en los dos países que he estado y no lo pude hacer, uno por falta de tiempo y el otro por lo mismo además del dinero, estudiar es costoso.

Mis conocidos ya graduados, muchos ya ejerciendo y yo solo con mi bachillerato y con el tiempo yéndose de mis manos. Pero ahora viene lo más fuerte, ¿En que soy buena? ¿Qué estudio, que me gusta? La repuesta a estas alturas no lo sé. Pero hay algo que aprendido, me ha costado tiempo pero al fin lo entiendo.

Para estudiar no hay edad, no debes vivir pensando que los demás ya han logrado algo que tú no, porque al final tu momento llegará. Si hay algo mínimo que te guste, explora, investiga y si descubres que no es eso sigue intentando y confía en el proceso.

A estas alturas hay algo que tengo claro y es que hacer vida escribiendo es algo que me llena al igual que el canto, hubo hasta un tiempo que la actuación y aunque es una etapa que no exploré al 100% es algo que me gusta y quién sabe, de pronto le pongo las suficientes ganas y logro ser un poco más feliz haciendo algo que me gusta, que es más importante que vivir ejerciendo algo que no te apasiona.

Hasta aquí mi historia de hoy y quiero que se queden con algo; no hay nada imposible solo difícil y que todo al final de tanto esfuerzo tiene sus frutos y resultados.

Las fotos que aparecen fueron tomadas con mi teléfono móvil y otras sacadas de internet con su respectiva fuente.