Mi vida en comunismo

in #blog6 years ago (edited)

Vivir en Venezuela no es fácil, nada fácil. Día a día los venezolanos se encuentran con una serie de obstáculos más difícil que otra: un día tienes luz pero no hay gas en tu edificio, otro día hay luz y gas pero no hay agua, luego otro día tienes todo (luz, agua, gas) pero no tienes que comer y ni hablar del internet, la señal del celular, TODO esta en tu contra, es como si Venezuela viviera en un mercurio retrógrado interminable y eso quiebra a la gente.

Para unos es más difícil que para otros, un salario mínimo no alcanza para nada, y cada día los precios aumentan sin control a causa de la hiperinflación, todo esto gracias a un gobierno incompetente, en donde los intereses personales van más allá del beneficio de la población. En conclusión vivir en Venezuela, para mí, es una locura.

Sin embargo, existen 2 Venezuelas: la Venezuela de la gente que sufre, de los que no tienen para comer, los que hacen horas y horas de cola para conseguir algo en el mercado, la Venezuela de los que sufren para conseguir efectivo, de los que ahora les ha tocado caminar hasta sus casas porque no consiguen transporte, la Venezuela de la gente que ha adelgazado entre 20 y 30 kilos porque no consume todos los tipos de alimentos (proteínas, carbohidratos, vegetales), la Venezuela de los niños con desnutrición, la de la gente enferma......No es justo, incluso al escribir estas líneas me lleno de rabia y de tristeza.


Munch-El grito. Tomado de www.lavanguardia.com

La otra Venezuela queridos amigos, es la Venezuela en donde no pasa nada. No hay crisis, hay comida, puedes salir, disfrutar, puedes viajar y no necesariamente tienes que ser enchufado. Eres consciente de que hay una Venezuela sufriendo, sin embargo, tienes las posibilidades de vivir relativamente tranquilo incluso con esta crisis.

Quiero aclarar que esta es mi opinión, no estoy criticando, sólo que es así como veo las cosas. Debo dar gracias que a pesar de todo lo que pasa en este país de locos, tengo comida y un techo; trabajo mucho para obtener las cosas que tengo. Cada día se me hace más difícil: soy odontólogo, hoy en día los tratamientos odontológicos no son una prioridad, los pacientes prefieren gastar su dinero en comida y no en tratamientos, lógicamente. La afluencia de pacientes ha bajado considerablemente, semanalmente despido a pacientes que se van del país; muchos de los consultorios donde pasaba consulta han cerrado, lo que me ha obligado a reestructurarme muchas veces y a sentirme desesperada y angustiada en el proceso y es aquí donde continúa este calvario.

He lidiado con la depresión desde hace mucho tiempo, estando bajo tratamiento, terapia, etc. La dificultad de conseguir ciertos fármacos te lanza a dejar de tomarlos y básicamente rezar que no te pase nada. El año pasado tuve una recaída fuerte, ataques de ansiedad con subidas de tensión, y una serie de síntomas que literalmente me jodieron la vida, simplemente pensar en las protestas del año pasado, las medicinas, la comida, el trabajo, si me voy o me quedo, si tengo un hijo o no, tengo problemas de salud, perdí toda mi vida en este país, no viajé lo suficiente, no disfruté lo suficiente, nunca me imaginé mi vida de adulta en este plan, mis amigos se fueron, siempre estoy encerrada en la casa.....todos esos pensamientos dando vueltas en mi cabeza sin descanso, al mismo tiempo, rumiando todo el día, es desesperante.


Tomado de www.anxietycentre.com

Sé que no soy la única, pero cuando te pasan estas cosas sientes que lo peor te ha tocado a tí y es difícil ver la luz al final del túnel. Hoy estoy mejor, gracias a la terapia y a la medicación (vuelvo a dar gracias por tener la posibilidad), sé que muchos no la tienen y la verdad es muy jodido porque muchas veces me siento mal de poder, de tener cuando muchos otros no tienen o no pueden.

Todos los días me pregunto, ¿me quedo o me voy? ?¿tendré hijos aquí o no? ya tengo 35 años, el tiempo corre, no perdona, ¿quiero seguir en comunismo? o ¿estoy esperando a que ocurra un milagro? siento apego por muchas cosas materiales y emocionales, debo aprender a desprenderme....¿si me voy, me irá bien? y si me quedo, ¿podré aguantar? no tengo tiempo pero no quiero pensar.

Creo que el desgaste emocional que te da Venezuela es el peor de los males. Pero aquí estoy, aquí sigo. Siempre que me siento así pienso en una letra de una canción de un grupo musical venezolano llamado La Vida Bohème:

"Tanto, tanto que iba a ser y me quedé en un canto. Canto y no sé si moriré
esperando tu volver o viviré para recibirte con un café. Llanto, vete a roer a
otro porque yo no me pienso mover que me entierren en asfalto aquí estaré
el día que este canto sea más que fe.

¿Cómo no voy a esperar?

¿Cómo no voy a esperarte?

¿Cómo no voy a esperarte?

Esperarte, Esperanza.

¿Cómo no voy a esperar?

¿Cómo no voy a esperar?

¿Cómo no voy a esperar si tú te vas?"

-xo