Tú vs Tú

Para desarrollarse en este mundo altamente conectado, lleno de información, oportunidades, problemas, soluciones, entre otras cosas, es necesario tener la habilidad de auto-repararse. ¿A qué me refiero con auto-repararse?

Siendo metafórico, imaginemos que somos máquinas programadas, es decir, que tenemos cierta información en base a la cual funcionamos, pero si modificamos ciertos parámetros de nuestro sistema operativo también se modifica nuestro comportamiento robótico. Así, si por alguna razón un agente externo o incluso interno genera una “falla” o un comportamiento robótico que nos limite o afecte, deberíamos llevar nuestro modelo metálico a reparación, ¿cierto?

Bien esa sería la única opción prudente, si fuéramos máquinas poco sofisticadas, sin embargo somos modelos complejos que tienen la capacidad de auto-repararse, de auto modificarse, sólo tenemos que leer los manuales disponibles y practicarnos auto modificaciones, teniendo en cuenta que estas podrían no ser las mejores, y así, ir calibrando una solución u otra. A la vez, también se puede recurrir a otra máquina para recibir apoyo técnico. ¿Se entiende la idea?

En el mundo real, nosotros somos nuestra principal limitante psicológica. Si queremos hacer algo o no, depende de nosotros. Si procrastinamos y postergamos nuestros planes, depende de nosotros, si ponemos excusas o desistimos de alguna actividad, depende sólo de nosotros.

El primer eslabón para iniciar un viaje hacia el desarrollo exponencial de habilidades, para navegar en este mundo lleno de complejidad e información, es conocerse, darse mantenimiento, aumentarse tecnológicamente con mejores herramientas, aumentarse biológicamente con salud, mejorar económicamente, leer más, tomar cursos y sobre todo ser constantes y apasionados.

La principal batalla de atender es contra uno mismo

_{Imágen de mi autoría}

Las ramas del conocimiento

El desarrollar un pensamiento complejo es también consecuencia de tener noción, al menos, de distintas áreas del conocimiento, llámese historia, psicología, matemáticas, computación, arte, música, etc… pues de esta manera se tiene un amplio catálogo de conceptos y prácticas que en cualquier actividad pueden servirnos como referencia o base para crear una nueva forma de solucionar lo que estemos haciendo.

Así, lo que recomendaría, como opinión personal, para desarrollar el pensamiento complejo es comenzar a nutrirse de conocimiento variado (sin procrastinar). En síntesis, tratar de equilibrar entre ciencias sociales y ciencias exactas.

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Subjetividad

Para entender algunos conceptos complejos, se debe pensar de manera menos visual, es decir, evitar querer fijar un significado único y sensorial a algo, por ejemplo, cuando se modela un problema financiero en un lenguaje de programación se debe pensar en el problema de manera muy abstracta, i.e, enfocarnos en cualidades de los objetos desde diferentes perspectivas y tratar de extrapolarlas hacía lo que permite un lenguaje de programación como una solución; pensemos en una balanza contable, en todas las tablas básicas que deben estar involucradas para extraer los datos, en la seguridad que se debe llevar a cabo al consultarlas, en la consistencia y validaciones que deberíamos hacer, todo esto sin tocar físicamente ninguno de los agentes mencionados, solo interactuando con ellos a través de código.

Es por eso que recomiendo evitar ver demasiado contenido audiovisual y acostumbrar a nuestra mente a ver necesariamente algo para entender un concepto.