Lleva siempre en tu corazón la palabra de Dios, no te avergüences de la esperanza gloriosa! Tu recompensa te espera.
sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
1 Pedro 3:15