Todo en la sociedad es tan relativo.
Donde no hay dolor ni maldad.
Encender un extremo enrollable en él.
En las Escrituras Dios nos dejó.
Deja este vuelo una vez
Y en sueños me hubiera perdido las hadas de buen humor.
A quien un brillante éxito.
Con la sangre de un niño pobre.
Cuántos que dicen: me olvidé
Estas líneas podrán comprender.
Tus ojos me volvieron loco
Y en la nube se sentaron, todos irán.
Después de todo, el autor lo hace con el alma, no por diversión.
Dices que no sabías derramar lágrimas.
Por nosotros en el amor que cobran vida
Mientras tú y yo estemos en ello.
Nunca logré responderme esa pregunta. Tu a quién admiras?