Y el que no cayó en espíritu.
Pero no todos me dan descanso.
Vuela con cometas y estrellas.
Era ciego, de ahora en adelante se convirtió en espectador.
No más esperanzas de amor sin comida.
Cuántos que dicen: me olvidé.
Deja que la llama arda detrás de su espalda.
No ella, él Valentine.
No hay necesidad de tratar de llegar al límite.
Pero el que solía ser.
Soy mujer aunque es cierto que yo también pensaba que estaba hablando con una máquina.