En mi trabajo había un hombre que todos los días vestía con una camisa del mismo color, la cual era roja, al principio pensaba que era un uniforme, pero luego me di cuenta que así iba vestido a todas partes, lo vi algo raro, pensé que tal vez era que le gustaba el color o que no tenía mucha ropa.
Con el tiempo, nos tocó hacer un grupo de trabajo con él, me di cuenta que era un hombre agradable, carismático, el irradiaba alegría, se podía decir que hasta algo de ternura, algunas veces se le notaba en su rostro algo de tristeza y era cuando nos sorprendía con un chiste que nos hacía alegrar el momento.
Trabajar con él me llego a gustar, era un hombre de muchas ideas, admiraba lo brillante que podía ser, hacíamos un buen equipo de trabajo.
Un día en la celebración del cierre de un gran proyecto, él se apareció vestido de camisa y saco rojo, nadie se quedó sorprendido, al parecer todos sabían el porqué de su vestimenta, menos yo, era algo que me intrigaba.
Esa noche en medio de las copas, me atreví a preguntarle ¿Por qué siempre vestía de rojo? , me dijo que hacía 4 años su esposa había muerto de una enfermedad, y que ella le había hecho prometer que nunca vestiría de negro, que no le gustaría verlo triste, que no quería que le guardara luto y por eso yo le guardo luto a mi manera, lo hago a lo contrario, en vez de vestir de negro lo hago de rojo, para mí las lágrimas se convirtieron en sonrisas, el día que más le recuerdo, es el día que más sonrió y es el más feliz, por eso siempre estoy contento porque siempre la estoy pensando.
Para ella el color negro reflejaba la tristeza, era algo deprimente y el rojo para ella significaba amor, por eso siempre visto así, para simbolizar el gran amor que siento por mi esposa.
No creas que esa promesa me libro del dolor que siento por su pérdida, pero si me ayudo a aceptar más rápido lo que había sucedido.
En ese momento me di cuenta de que no había sido fácil para este hombre tener que cambiar sus sentimientos, era como disfrazar la tristeza de alegría y además de eso tener que transmitirla a los demás, como dice el, al mal tiempo buena cara, el piensa que le había tocado la parte más fácil y a ella la más dolorosa.
Esto nos enseña que hay cosas malas que suceden, pero depende de la actitud de nosotros y de cómo lo asimilamos para poder salir adelante.
Hay personas que están pasando por un mal momento y siempre tienen una actitud positiva, y no es que no les duela lo que les está ocurriendo, si no, que saben cómo procesar mejor lo que están sintiendo, para no hacer daño a otros ni a ellos mismo.