Vivimos en un mundo dónde el rechazo está a la vuelta de la esquina, ya el aire no se respira tranquilo sino que también te juzga por la manera en que lo aspiras. Tengo unas razones por las cuales debemos progresar en el mundo, y es por la razón que tú te plantees:
La felicidad no es para siempre, puede ser un segundo o quizá una hora, pero no es eterna, tiene fecha de vencimiento, por ello:
Si tu felicidad depende de alguien, no te preocupes, existen muchas cosas que pueden hacerte feliz, pero una persona tampoco es para siempre. Mejor, preferiría que tu felicidad dependiera de un estado emocional superior, una atracción o un estado físico, o actividad.
Si tu felicidad se activa, por estar en soledad y comprender a los demás, teniendo en cuenta los valores éticos y morales que tus padres te han enseñado a lo largo de tu caminar, está bien. Escuchar y calmar los malestares de los demás podría hacerte sentir bien, y también hacer sentir bien al otro, sería retroalimentación y desecho de malestares para ambos, y la felicidad sería en común.
Si tu felicidad es sentirte triste, escuchar canciones tristes, y aislarte de todo, para pensar en ti, mientras te martirias por las acciones que no has hecho, o las palabras que no dijiste, y hacerte una introspección, para mejorar cómo persona, es una ventaja, no todos somos capaces de pasar de un estado bajo cómo la tristeza (depresión) a un estado corto y alto cómo puede ser la alegría (la felicidad), es un don nato que la naturaleza te ha entregado, y te felicito.
Si tu felicidad es estar en familia, sentarte en la mesa y hablar de todo lo que sucedió en tu día, mientras otros solo te escuchan y opinan al respecto, está bien, puedes enfocarte en la unión familiar como un valor y fuente de tu felicidad.
Si tu felicidad es estar con tus amigos, beber alcohol, y hasta usar sustancias que pueden ser nocivas, con el fin único de sentirte feliz y recordar tus momentos, en ese instante, también está bien, recuerda que cada persona es libre del bienestar y de cómo maneja su salud. Recordando siempre que todo en exceso es malo y que lo nocivo no siempre es bueno, pero si te es feliz, está bien.
Si tu felicidad es sentarte, tomar un libro y comenzar a ojear las páginas del mismo, mientras te nutres de la información que captas y la analizas mediante algunas fracciones de segundo, está bien, haces que tu cerebro crezca, y puedes aprender muchas más cosas, puedes crecer como persona y adquirir buenos conocimientos. Eso es muy hermoso, lo agradecerás en el futuro y te sentirás feliz en el camino.
Y por último, pero no menos importante:
Si tu felicidad es estar en una iglesia, sentado dentro de la capilla o del templo, alabando o gritando, o bailando o sintiendo el gozo que causa el placer en ti, te felicito, porque tu felicidad está atrapada de la felicidad única, la verdadera, la que no es terrenal, la verdad hecha carne, que vivió, caminó y también sufrió tanto cómo tú lo haces. Te mega felicito, porque serás el próximo en llevar una vida de paz y tranquilidad.
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La felicidad no es para siempre, puede ser un segundo o quizá una hora, pero no es eterna, tiene fecha de vencimiento, por ello:
Si tu felicidad depende de alguien, no te preocupes, existen muchas cosas que pueden hacerte feliz, pero una persona tampoco es para siempre. Mejor, preferiría que tu felicidad dependiera de un estado emocional superior, una atracción o un estado físico, o actividad.
Si tu felicidad se activa, por estar en soledad y comprender a los demás, teniendo en cuenta los valores éticos y morales que tus padres te han enseñado a lo largo de tu caminar, está bien. Escuchar y calmar los malestares de los demás podría hacerte sentir bien, y también hacer sentir bien al otro, sería retroalimentación y desecho de malestares para ambos, y la felicidad sería en común.
Si tu felicidad es sentirte triste, escuchar canciones tristes, y aislarte de todo, para pensar en ti, mientras te martirias por las acciones que no has hecho, o las palabras que no dijiste, y hacerte una introspección, para mejorar cómo persona, es una ventaja, no todos somos capaces de pasar de un estado bajo cómo la tristeza (depresión) a un estado corto y alto cómo puede ser la alegría (la felicidad), es un don nato que la naturaleza te ha entregado, y te felicito.
Si tu felicidad es estar en familia, sentarte en la mesa y hablar de todo lo que sucedió en tu día, mientras otros solo te escuchan y opinan al respecto, está bien, puedes enfocarte en la unión familiar como un valor y fuente de tu felicidad.
Si tu felicidad es estar con tus amigos, beber alcohol, y hasta usar sustancias que pueden ser nocivas, con el fin único de sentirte feliz y recordar tus momentos, en ese instante, también está bien, recuerda que cada persona es libre del bienestar y de cómo maneja su salud. Recordando siempre que todo en exceso es malo y que lo nocivo no siempre es bueno, pero si te es feliz, está bien.
Si tu felicidad es sentarte, tomar un libro y comenzar a ojear las páginas del mismo, mientras te nutres de la información que captas y la analizas mediante algunas fracciones de segundo, está bien, haces que tu cerebro crezca, y puedes aprender muchas más cosas, puedes crecer como persona y adquirir buenos conocimientos. Eso es muy hermoso, lo agradecerás en el futuro y te sentirás feliz en el camino.
Y por último, pero no menos importante:
Si tu felicidad es estar en una iglesia, sentado dentro de la capilla o del templo, alabando o gritando, o bailando o sintiendo el gozo que causa el placer en ti, te felicito, porque tu felicidad está atrapada de la felicidad única, la verdadera, la que no es terrenal, la verdad hecha carne, que vivió, caminó y también sufrió tanto cómo tú lo haces. Te mega felicito, porque serás el próximo en llevar una vida de paz y tranquilidad.
Esa búsqueda constante y eterna que nos roba momentos y nos sabotea la vida, la felicidad efímera y mentirosa que nos engaña y nos tiende trampas. Un trabajo de nunca terminar, solo acaba en el hoyo.