Si algo se me ha dificultado entender desde que tengo memoria son los temas y términos económicos. Nunca tuve necesidad de ocuparme de eso, hasta ahora…
Y no es que desee estudiar economía, no es mi campo, pero viviendo en Venezuela, aunque no quieras, tratas de entender que es lo que está pasando y sobre todo como mantenerte a flote. La realidad muy conocida en el mundo y sufrida por los venezolanos, es que estamos atravesando un período conocido como hiperinflación (aunque algunos son capaces de negarlo a estas alturas).
Leyendo por aquí y por allá, causas, consecuencias, posibles soluciones y demás he podido tomar algunas cosas, pero más allá de eso, la propia experiencia me ha dejado ciertos aprendizajes que quisiera compartir especialmente con mis paisanos esperando que pueda servir de algo (aunque ya casi todos nos hemos convertido en verdaderos estrategas financieros y conocedores del tema).
La hiperinflación es básicamente el aumento general de los precios en niveles muy altos. Las causas son varias pero no entraré en esos detalles porque el tema principal del post es qué podemos hacer en nuestro día a día respecto a eso.
¡No ahorres! El valor del dinero disminuye rápidamente, lo que puedes comprar hoy con cierta cantidad no podrás hacerlo en pocos días. Invierte. Adquiere productos que realmente necesites o que con seguridad vayas a necesitar, tampoco se trata que despilfarres sino de comprar con inteligencia y a tiempo.
¡Adquiere dividas en moneda extranjera, no importa cuál sea! Este punto creo que es bien conocido por todos, si tienes la posibilidad no lo dudes.
¡No vendas ni prestes un servicio a crédito! Las razones son obvias, volvemos al punto central de todo el asunto, el valor del dinero hoy, no es el mismo mañana.
¡No vendas activos en moneda local! Te quedarás sin el activo y el dinero que obtuviste no te servirá de mucho.
¡Mantén la calma! Quizás sea el punto más difícil pero para mí el más importante. Trata de no caer en desesperación, puede afectar seriamente tu salud y no va a solucionar nada.
¡Busca apoyo! Es momento de trabajar en equipo, con tu familia, con tus vecinos y con tu comunidad. Reúnete con gente positiva, aprende de ellos y escucha consejos.
¡Cambia de tema! Huye de las quejas y la negatividad que suele andar flotando en el aire por todos lados. Haz ejercicio. Lee. Practica algún hobby. Aléjate un poco de las noticias y rumores de fin de mundo. Comparte con tu familia, amigos y seres queridos (sin el celular). En mi caso las manualidades me han ayudado mucho, te distraes, aprendes y el proceso creativo es algo liberador y emocionante.
¡Hazlo tú mismo! Si algo he aprendido en estos últimos tiempos es hacer muchas cosas en casa. Además de adquirir valiosos conocimientos puedes resolver alguna necesidad que se te escape del bolsillo.
¡Busca alternativas! Deja los prejuicios a un lado y te sorprenderás con lo que puedes descubrir. Si no puedes comer arepa de maíz prueba a hacerlas de yuca (quedan divinas por cierto), si no puedes comprar refresco, haz jugo (más saludable), si no puedes comprar carne prueba con la de soya (bien preparada es muy sabrosa y es buena fuente de proteínas).
Son tiempos muy duros pero mantengamos nuestra esencia. Se vale un día andar medio cabizbajo aun así no te rindas. No pierdas tus valores, no seas parte del problema con tu comportamiento, aunque sea difícil no te amargues, bien decimos “al mal tiempo buena cara”, respira profundo, siente la brisa, mira el cielo cuando está azul, agradece las bendiciones que tienes, sonríe, ayuda al que puedas ayudar, sé amable, no andes gruñendo por las calles, no te angusties por un futuro que todavía no sabes cómo será.
Recuerda que este momento es lo único que existe: ¡ Aprovéchalo!