La Historia de Cuando Casi Asesinan a Mi Padre + Foto diseñada.

in #cervantes6 years ago

¡Hellooou Guays de Steemit que me leen!

El día de hoy la verdad es que estoy bastante emocionada y feliz, pues ayer me votó @cervantes y tenía bastante tiempo sin hacerlo, (sé por conciencia propia, que esto era podría ser por no andar publicando tan seguido como lo hacía al principio) así que eso me dio mucha motivación para escribirles algo interesante y que espero que lo aprecien como yo lo hago.

Así que...Damas y caballeros, esto será:

La historia de cuando casi pierdo a mi papá

Espero que puedan apreciar este pedazo de mi vida.

El año no es algo que recuerde bien, aunque si tengo presente que fue cuando estaba algo pequeña y eramos esa típica familia que viajábamos a todos lados y compartíamos mucho.

Aún no se encontraba la crisis en ese entonces.

Pero sí, eramos muy aventureros y nos encantaba seguir conociendo a nuestra querida y bella Venezuela, porque lo es, a pesar de todo.

Lo que si recuerdo perfectamente es la fecha exacta en donde pasó aquello...fue en el cumpleaños de mi padre, donde casi lo asesinan en medio de la noche...

Es sorprendente, sí, pero déjame y te lo explico bien.

Ese día como casi los demás, fue rutinario. Era el cumpleaños de mi papá pero de igual forma, él debía trabajar y mi madre igual, ya que no era fin de semana y no estaban de vacaciones.

Mi hermana y yo nos las pasamos con mi abuela y mis padres estaban en sus trabajos esperando a que finalizara el día. Cosa que ocurrió.

Mi padre no quería algo grande, solo quería que le cantáramos cumpleaños en la casa e irse a dormir, pero, mi madre lo animó a que fuéramos a la casa de mi abuela paterna a festejarlo. Él no pudo negarse jaja.

Cuando llegamos a la casa de mi abuela, se consiguió que estaban mis tíos, primos, sus sobrinos y varios familiares que teníamos tiempo sin verlos solo para celebrar otro año de vida de mi papá. Él de verdad se alegró muchísimo y no pudo evitar sentirse muy feliz por la convivencia en familia, y, las loqueras por parte de mis tíos que bebían cerveza.

Lo que se podía escuchar en aquella casa eran puras risas, músicas y los sonidos de mis primos y yo correr y jugar por toda la casa.

Si pudiera pedir un deseo, creo que pediría que las cosas pudieran volver a ser como aquella felicidad que se tuvo anteriormente.

Pasaron varias horas y mi padre quería irse, pero obviamente con toda esa diversión que había nadie quería que eso ocurriese, entonces en varias oportunidades, mi papá cambió de parecer, solo que llegó un punto en el que eso no pasó más y entonces era momento de irnos.

Pienso que la vida es tan extraña, pero tan extraña, porque cuando nos íbamos a ir finalmente a nuestra casa, de la nada se fue la luz y tuvimos que espera un poco más.

Tal vez sean casualidades, o cosas destinadas, no lo sé.

Luego llegó la luz y antes de montarnos en el carro para irnos, decidimos cantarle cumpleaños a mi papá con 2 tortas (pasteles) que le habían hecho.

Eran las 11 o 12 a.m. en ese entonces.

Comimos, agradecimos a Dios por las cosas buenas y nos despedimos para después recoger todo e irnos a la casa por fin.

Fue una buen y hermoso día...hasta que pasó.

Nos montamos en el carro, con mi prima incluida, pues se quedaría en mi casa. Íbamos comiendo una torta que mi mamá le compró de chocolate y reíamos por cosas que pensábamos hacer el día siguiente. Estábamos a punto de llegar a nuestro hogar, pero mis padres se pudieron fijar que alguien nos venía siguiendo, esto alertó a papá, sin embargo, no pensábamos que se trataba de algo malo, después de todo, Venezuela en ese entonces era un lugar pacifico.

Fue cuando llegamos a mi casa y yo había pedido abrir el portón para que así pudieran meter el carro en el garaje. Mi padre aceptó y me dio las llaves para bajarnos las tres, mi hermana, prima y yo.

Nos bajamos y nos acercamos a la puerta de la casa, ya que debíamos entrar en ella para poder llegar al portón, metí la llave y cuando abrí la puerta, mi prima me dijo que habían unos hombres que llegaron en una moto.

Esto sonará gracioso, pero le respondí que estos eran amigos de mi papá. Que ridículo.

En menos de lo que esperé, uno de esos hombres se bajó de la moto y empezó a apuntar al carro.

Yo literal, me asusté mucho y dejé que mi hermana y prima entraran primero a la casa y cerré la puerta bastante duro.

Subimos aquellas escaleras con mucho pánico y lo que podía escuchar eran gritos y el llanto de mi hermana, no sabía que hacer.

Entramos a la casa y mi abuela materna pregunto que pasaba y le explicamos todo en cuestión de segundos. No sé por qué, pero ella salió mandada afuera como si pudiera ser capaz de algo.

Nosotras tres nos quedamos en mi habitación llorando, mientras escuchábamos varios tiros, los gritos de mi abuela y la incertidumbre de que es lo que pasaría. Fue en mi experiencia, algo espantoso.

No sabíamos nada, no podíamos hacer nada y la policía que, literalmente se encontraba a unos metros de nuestra casa, no escuchaba nada. Pensé que mi vida se estaba consumiendo en la posible muerte de mis padres.

Y no sé si me había perdido en el tiempo o no, pero cuando me di cuenta, no escuchaba nada y mi abuela entró nuevamente a la casa. Ella estaba desesperada y se movía a todas partes llamando y arreglándose para irse.

Nos dejó con la vecina y recuerdo que pude acostarme a las 4 de la mañana porque el sueño me estaba venciendo. Era como una pesadilla.

Cuando me desperté al siguiente día, mi abuela estaba en la casa.

Me había explicado que mi madre estaba bien, pero que a mi padre lo habían trasladado a otra ciudad porque le habían dado un tiro en la cabeza y lo tenían que operar.

Obviamente esto me sorprendió mucho y solo me preguntaba como pasó. ¿Como era posible que de un tiro en la cabeza mi padre siguiera respirando?

Lo agradecía, en verdad lo hacía. Era un milagro.

Luego me explicaron que, fue gracias a mi madre que mi padre siguiera vivo. A mi padre le habían disparado porque comenzó a luchar contra los dos tipos y una bala lo impactó. Él cayó en el suelo y los hombres buscaron escaparse en la moto pero mi madre les lanzó el carro para que no se saliesen con la suya. Cada uno salió en lado contrario y dejaron la moto tirada en el piso.

Mi madre de inmediato se bajó e intentó meter a mi padre en el asiento trasero porque estaba derramando sangre por todos lados y necesitaba un doctor urgente. Él ni se movía...

Manejó muy rápido a un hospital cercano y resultaba que tenía que irse a otro porque no había un doctor indicado en aquel. Quemó llantas y fue a otro perdiendo a los policías de vista que la seguían por el exceso de velocidad. Era increíble.

Finalmente mi papá fue tratado por un doctor y este consideró que la mejor opción sería llevarlo a otro estado más funcional, por lo cual al siguiente día estaba en camino.

Fue una cosa que nunca nos había pasado y que temía volviera a suceder.

Los siguientes días nos quedábamos con mi abuela y yo tenía bastantes ganas de ver a mi papá y mamá, los extrañaba bastante, pero no podía ver a mi mamá porque estaba con mi papá y sabemos porque tampoco podía ver a mi papá.

Hasta que por fin, después de lo que parecían meses, mi padre y madre llegaron un sábado si no mal recuerdo, en la noche y los abracé con tanto miedo, porque aún seguía el accidente en mi cabeza.

Todo pareció ir normal posteriormente, las cosas volvieron a estar en su sitio y no nos cansábamos de agradecer a Dios por el milagro de estar juntos.

Fue un acontecimiento, realmente duro.

Si les gustó tanto como a mi me gustó escribirlo, entonces me llena de emoción y les doy las gracias por leerme.

Les pido que tengan una buena vida, ya que se la merecen.

Gaby.

Sort:  

Muy buena historia, bastante duro el momento pero me alegro que las cosas hayan transcurridos de la mejor manera! Un saludo