Viajando en el tiempo. (Una labor hermosa y comprometida)

in #cervantes6 years ago (edited)

Hola comunidad steemit, este es mi tercer post por estas redes, espero sea de su agrado.

Hace ya más de un año que deje de asistir a la institución a la cual pertenecí como docente de aula y por un largo período como coordinadora de seccional, aunque mi inicio como docente fue en el área rural en la población de Guarataro, municipio Sucre de este inmenso y bello Estado Bolívar, hace ya más de 23 años. Fue una de las más lindas experiencias poder iniciar mi labor en este hermoso pueblo de gente sencilla y amable para ese entonces.

U.E.N “El Guarataro”. Mi primera casa de labor educativa.

Quiero dedicar parte de este post a este lindo pueblo, donde la siembra era y sigue siendo la fuente principal de sustento, donde la venta de rubros es el único medio de subsistencia para estos pobladores.

Entrada al pueblo de “El Guarataro”.


Plaza de el Guarataro.

En mi llegada a este pueblo reinaba la llegada del muy famoso yansin (una especie de ocumo chino), por cierto de lo más rico, en todos los humildes hogares yacía un cerro de este rubro en sus inmensos patios, era ese el pan que habrían de comer y vender al igual que los demás rubros como la yuca, el ñame, auyamas, plátanos, topochos, entre otros.

Patio de la familia Díaz, donde acumulan grandes cantidades de ñame para su posterior venta.


Amigos de este pueblo sacando su cosecha en lo más alto de estas montañas. (la zamura)![]
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Los únicos vehículos que se visualizaban eran los jeep que transportaban estos rubros hasta el pueblo, ya que estas siembras por lo general están ubicadas en las montañas adentro, una muy conocida es la llamada “la zamura”. Las vías son bastante peligrosas y difíciles, muy fangosas. Sin embargo, nada de eso impide llegar hasta ellas.

Vía a la zamura en busca de la cosecha.
De igual manera algunos pobladores pudieron obtener los camiones de carga para sacar estos productos hasta las ciudades para su posterior venta.

Camión obtenido con el esfuerzo de su trabajo para poder sacar la cosecha a otras ciudades. (vecinos de este pueblo).

En fin, mi estadía en este pueblo fue muy placentera, en primer lugar por haber conocido gente sencilla y de sentimientos nobles, trabajadoras, que solo pensaban en sacar sus hijos adelante, pensando en darles un futuro mejor.

Fíjense ustedes las vueltas que da la vida, en estos días de la manera que estamos viviendo muchos de los que se vinieron en busca de oportunidades han regresado nuevamente a sus tierras, a sembrar de nuevo para poder sobrellevar esta crisis de hoy en día.
Aunque se de muchos de los jóvenes estudiantes que son profesionales y están ejerciendo en diferentes campos, algo que es satisfactorio en medio de tantas calamidades.

Finalmente puedo decirles que Guarataro es un hermoso pueblo que ha ido creciendo a través de los años y ya sus habitantes no son ni la sombra de lo que eran antes. El vandalismo y la droga han destruido lo más valioso de este municipio, su gente joven, aun cuando todavía hay gente buena que sigue habitando este hermoso pueblo de costumbres y tradiciones especiales, son gentes mayores que siguen manteniendo sus principios y valores.
Puedo dar fe de muchos de ellos que hasta el día de hoy se han mantenido en estas tierras, sembrando y cultivando los diferentes rubros de esta región.


Este es el Señor Justino Díaz, uno de los fundadores de este pueblo (el abuelo).

No podría pasar por alto, nombrar una de las familias que conocí para ese entonces y que me brindaron todo su apoyo y cariño, que me hicieron sentir parte de esta hermosa familia.
Es precisamente la familia Díaz, comandada por el Sr. Justino, para mí el abuelo, a quien aprecio enormemente y le guardo el mayor de los respetos, hombre que hasta hace poco podía ir a sembrar y cosechar sus rubros. Actualmente el abuelo tiene 97 años y esta duro y fuerte. Que DIOS lo bendiga.

Sin embargo los sembradíos en sus montañas siguen produciendo y dando los mejores rubros de los cuales se mantienen muchas familias y por ende la mayoría llegan a muchos lados, ciudades y estados de Venezuela. Fíjense en el tamaño de este racimo de cambures cosechados en las tierras de este pueblo, sin utilizar ningún tipo de químicos.
De este racimo pude degustar muchos cambures y les puedo asegurar que son los más ricos que he probado en toda mi vida.

Patio de la familia Díaz, Guarataro, municipio Sucre - Estado Bolívar.

De ahí la importancia de dar lo mejor de cada uno de nosotros, de aportar un granito de arena en cada acción que ayude a contribuir a la solución en los diversos problemas.
Mi deseo es dar a conocer sobre esta población que quizás muchos no saben de su existencia y que su trayectoria agrícola ha sido de vital importancia para la manutención de casi toda la mayoría de las personas en los diferentes lugares de estas tierras venezolanas.

Así que mis queridos lectores, demos los mejor de cada uno para contribuir a un mejor futuro y jamás podemos olvidar que la vida no es lo que uno vivió, sino lo que uno recuerda.

Mi felicidad consiste en apreciar lo que tengo y agradecer por todo…
¡Nunca olvides sonreír!
Recuerda que detrás de cada nube gris se esconde un hermoso arcoíris.
“La meta es seguir, seguir y seguir dando lo mejor de cada quien, así la vida se hace más llevadera”.