En general, los días pasan tan lento como el dolor de una patada en las bolas, cuando no se disfruta, y pasa tan rápido cómo el camión de la basura, cuándo te logras dibujar una sonrisa.
- Desperté en el hospital, uno de humanos, salí con la esperanza de tener una prueba que me demuestre a mi que realmente era una humana. Esta emoción solo se veía achicada por el temor y el bochorno de tener que tratar de explicarlo y que quieran creerme, pues los intereses de aquel prostíbulo de androides tienen mucho peso, y parece ser que la ley aquí, solo sirve para "empinarte más".