Hola, Amigos de Steemit, en esta oportunidad les traigo una reflexión espero que les guste, y también aprovecho la oportunidad de dirigirme a darles la gracias a todos aquellos seguidores y grupos como @cervantes y @mosqueteros que apoyan con su voto y recomendaciones a los que estamos empezando en esta plataforma, ¡muchísimas gracias!, ahora sí, empecemos:
Dicen que las cosas ya están escritas, que nuestro destino tiene patrones que debemos seguir para poder alcanzarlo, -¿qué tal la idea revolucionaria de que nosotros," somos los que forjamos y trazamos nuestro destino"?, algo que sin duda es maravilloso, -¿No? Pues, es difícil no verlo desde ese punto, puesto que, según religiosos o idealismos espirituales de ciertos grupos expresan que somos personas con libre albedrío pero, ¿de qué va eso? si no sabemos que opción trae consecuencias que nos lleven a ese destino que ya debe estar escrito para nosotros, el cual no conocemos.
Es cierto, podemos tomar decisiones que traen consecuencias pero no somos capaces de ir más allá de consecuencias temporales, ya que no podemos manejar nuestro entorno sin interferir con otras líneas de vida de otras personas.
Todo se ve como un simple capricho de un Dios, que escribe como algoritmo nuestra vida, "el Eterno Programador". No sabemos si es tan dinámica su programació, pues tenemos ese libre albedrío que nos diferencia, pero no tenemos el conocimiento de todo lo que puede conllevar una simple decisión.
Ya todo está programado en nuestra vida, las decisiones, nuestros éxitos, nuestro fracasos, nuestras tristezas y alegrías, y sin duda nuestra muerte. Si, nuestra muerte, pero dónde podemos controlar nuestro destino, si no podemos ver más de nuestro tiempo, no podemos decidir, sino seguir las líneas de la programación hecha por el Dios que amamos, un Dios que ya marco lo que vamos hacer con nuestra vida, esa vida que nos dio.
Ya todo está automatizado, y desde hace tiempo estamos en el plan de él, ¿Pero decidimos participar en ese plan? Esta realidad ya está marcada, escrita, declarada, estandarizada, creada para nosotros, ¿Es un juego?. ¿Es una guía?, ¿Qué demonio es?, no podemos hallar repuestas pues el gran programador está ausente, su código ya se compiló y se ejecuta, queremos preguntar pero parece un Dios Ausente.
Ya determinó lo bueno y lo malo de nuestra existencia. Y sólo lo puso en marcha, sin preguntarnos. Si algo está por pasar, pasará, ¿podemos decidir que pasé?, pues no, debe pasar. Son lecciones que él no tiene que dar a conocer, para completar el papel que tenemos en este gran programa, pero ¿qué pasa si existe este bucle existencial?, el programa sigue ejecutándose, sólo los que están adentro se dan cuenta, y no pueden modificarlo, no pueden mejorarlo, solo este Dios que creemos puede hacerlo, pero ¿Dónde está?, parece que Dios está ausente.
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