De perros a parásitos: la filmografía de Bong Joon-ho (1a Parte)

in #cine4 years ago

A inicios de 2020 el director y guionista surcoreano Bong Joon-ho hizo historia cuando su película Parasite ganó el Óscar a Mejor Película en los Premios de la Academia (además de otras tres estatuillas) convirtiéndose en la primera película de habla no inglesa en ganar la categoría. Ya había obtenido otros premios, entre ellos la Palma de Oro del Festival de Cannes y su nombre comenzó a rondar la cabeza de aquellos que nunca lo habían oído. Yo había visto algo de su trabajo, pero no relacioné al hombre que subió a recoger su galardón con el director de aquella cinta de ciencia ficción que había visto hacía algún tiempo, potagonizada por Chris Evans.

El éxito de Parasite fue bien recibido porque significó el reconocimiento de una obra maestra con procedencia lejos de Hollywood. Si antes se había criticado a la Academia y a otras instituciones de estar muy occidentalizadas, el triunfo de esta película asiática vino a acallar un poco esas voces. Como yo, quizás muchos se dieron a la tarea de ver qué más había hecho este hombre, cómo había sido su camino para llegar hasta allí. De la misma forma que me gusta leer los libros de un autor preferiblemente en orden cronológico, me gusta también ver la fimografía de un director, o parte de ella, de forma ordenada, para ver su evolución o reconocer en sus primeros trabajos el sello distintivo de los últimos. Bong Joon-ho es escritor, productor y director; por eso ha participado en más de una decena de films en uno o varios de esos roles; sin embargo, en estas entradas voy a referirme solamente a las cintas que ha escrito y dirigido (algunas de ellas producidas por alguien más) que suman un total de siete. De todas ellas, para que no sea un post tan largo, voy a comentar las primeras cuatro en este post y las demás en uno posterior.

El debut: Barking dogs never bite (2000)

La cinta narra la historia de un joven aspirante a profesor que vive con su esposa. Mientras él piensa si realizar un soborno, o no, para obtener un puesto académico importante, intenta deshacerse de un molesto perro que vive en el mismo bloque de edificios que él y que se pasa todo el día ladrando. La impaciencia del hombre es tal que, a la primera oportunidad que tiene, toma al perro y comete una acción bastante drástica. Hay espacio para el humor, el amor, las persecuciones, los juegos y violencia. Toda la película está narrada con un toque de humor negro y presenta situaciones que, aunque risibles, son también crueles. Creo que era la película más divertida de la filmografía de Bong Joon-ho hasta que realizó Okja, pero esto no quiere decir que sea una comedia para desternillarse de la risa. Es un humor raro, no exento de denuncia social (rasgo siempre presente en los trabajos del director) y es, a mi parecer, la cinta en la que se nota más la influencia del cine de Quentin Tarantino, director admirado por su colega asiático.

Un caso real: Memories of a murder (2003)

La película es un thriller policíaco en toda regla y está basado en un caso real que se resolvió después de aparecida la película. Ambientada en su país natal en la década de los ochenta, la historia inicia con una joven que aparece brutalmente violada y asesinada.

Las marcas en el cuerpo y algunas disposiciones alrededor del asesinato llaman la atención de la policía, sobre todo cuando poco tiempo después, se producen otros casos similares. Los fanáticos del género amarán esta película, tenemos un asesino violador que reacciona a ciertos fetiches muy particulares, un detective local con años de experiencia secundado por uno más joven, capitalino, que no sabe cómo se llevan las cosas en las provincias, las escenas del crimen, las pistas, las teorías, el análisis de mapas, locaciones, las horas de los ataques, las posibles huellas dejadas por el perpetrador, todo acercando más y más a los policías hasta la identidad del sospechoso; todo lo que necesita una buena historia policíaca para atrapar al espectador, está presente en la trama. No debe confundirse esta cinta con otra asiática llamada Memories of a murderer (que también es buena). No es la misma, a pesar de la similitud del título. Esta historia policíaca es más seria que el debut del director, pero no está exenta de ciertos toques de humor, de denuncia y de abuso policial.

Una de monstruos: The Host (2006)

En el continente asiático hay una gran tradición de monstruos y criaturas míticas, desde los dragones de la antigua China hasta Godzilla, por ejemplo. En esta película Bong Joon-ho nos trajo su primer monstruo. Los habitantes de Seúl observan sorprendidos un extraño objeto que cuelga de un puente sobre el río Han, pero esa cosa es en realidad una monstruosa criatura mutante que comienza a secuestrar personas para alimentarse. En una de esas, rapta a la hija del dueño de un quiosco que vive felizmente a la orilla del río y mientras el ejército fracasa una y otra vez en sus intentos de destruir al monstruo, este hombre de condición humilde y su familia intentan recuperar a la pequeña. Es una película de acción y aventura, pero también es el primer contacto de su director con la ciencia ficción. Como punto en común con otros de sus trabajos, tenemos como protagonistas a una familia de escasos recursos (algunos de los actores trabajaron en varias películas de Bong Joon-ho) y ya aparece la idea de que el hombre corrompe la naturaleza, idea que será más explotada en Okja.

Los límites del amor: Mother (2009)

Esta película es un thriller dramático que, en mi opinión, marca un antes y un después en la filmografía de su director. Hasta esta historia, mi favorita era Memories of a murder, pero lo que logra Bong Joon-ho con Mother es superlativo en lo que se refiere a emoción y a profundidad de sentimientos.

Escrita y dirigida por él, Madeo (Mother) fue seleccionada por Corea del Sur como candidata al Oscar 2010 en la categoría de película de habla no inglesa y cuenta la historia de Hye-ia, una madre soltera de avanzada edad que tiene una relación particular con su único hijo, Do-Joon. El joven tiene 27 años, pero debido a una condición especial presenta algo de deficiencia a la hora de pensar y expresarse. Su ingenuidad, inocencia e inmadurez hacen que siga dependiendo de su madre, quien lo sobre protege (al punto de dejarlo dormir con ella), pues constantemente Do-Joon se mete en problemas debido a su carácter descuidado que en algunos casos resulta incluso peligroso. Hasta que un día un hecho conmociona a los habitantes de la ciudad: una niña ha aparecido muerta en la azotea de una casa y las investigaciones policiales señalan a Do-Joon como el asesino. Como es lógico, la madre sale en su defensa, ¿cómo es posible? ¿de verdad la policía piensa que ella va a creer que su hijo, a quien llaman subnormal para hacerlo enfadar, fue capaz de matar a una persona, además, a una niña? De allí en adelante, la película transita el camino de la madre en esa lucha por demostrar la inocencia de su hijo, ¿cómo piensa lograrlo? De la única forma posible: encontrando al verdadero asesino.

Esta cinta mueve diferentes fibras en el espectador porque a la investigación del crimen que ya habíamos visto en Memories of a murder, a la condición pobre de los protagonistas que ya habíamos visto en The Host y al personaje un poco subnormal que nos anticipa a otro, se suma la complejidad piscológica y emocional de la madre, el alma de la película, que no se detendrá ante nada hasta esclarecer la verdad. No diría que es la más seria de la filmografía de su director, pero sí me parece la más triste y la que tiene uno de los personajes más complejos.

Estas son las primeras cuatro películas escritas y dirigidas por Bong Joon-ho que ya prefiguraban sus producciones posteriores. En estas cuatro historias vemos ya el humor, la denuncia social, el lado violento del crimen y de las fuerzas policiales, la relación del hombre con su naturaleza, elementos de ciencia ficción, las clases menos favorecidas, todos los elementos que luego se excacerbarán en sus tres películas más recientes: Snowpiercer, Okja y la laureada Parasite. Si les gustó esta entrada, estén atentos dentro de un par de días cuando compartiré la segunda parte. Muchas gracias por leerme.