La bruja del ballet

in #diary6 years ago

Saben una cosa, soy una persona sarcástica, no por naturaleza, por necesidad. Mi casa fue una casa muy conservadora, no podía decir insultos, cuando estaba en la secundaria decidí que era importante apegarme a lo que era. Por tanto, en ese momento no quería decir insultos, sin embargo cuando quería insultar a alguien lo hacía, pero sin palabras soeses, así muchos años después soy toda una máster en eso de insultar sin insultos. En ese tiempo se puede considerar como algo gracioso, pero ahora esa costumbre me ha traído algunos problemas, principalmente por ser mujer joven, me convierte en una impertinente, una irreverente, dado que siempre ando en grupos de personas de edad "madura" y por tanto "saben más" y hay que respetarlas.

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  • La maestra resulta ser como una bruja, que aparece borrosa en las fotos... tal vez me equivoque, son los vampiros los que no aparecen, ¿verdad? para fines de este articulo no importa, igual esta borrosa la susodicha maestrita. Lastima que no sale en el fondo donde ponen "alcadía" en lugar de alcaldía, así en grande, me pregunto cuanta gente lo habrá notado.*

Hablando de ballet y brujas, como una conjunción, les voy a contar mi última desventura. Hace un tiempo ya había inscrito a mi hija a ballet, en una oficina de la municipalidad, ella iba al principio muy entusiasmada, después ya no tanto, hasta que un día salió al receso y decidió que no quería volver a entrar y con lagrimas en los ojos me pedía que no la obligara a regresar, porque la maestra mucho le gritaba, a lo que yo hice oídos sordos. Mi pobre niña, ya no quería regresar, pero como le había pagado las zapatillas yo le dije que si iba a seguir (estúpidos que podemos ser los padres a veces), que no podía andar por la vida dejando todo a medias. Resulta que esa maestra desafortunada, cuyo nombre nunca supe y que supuestamente es tan importante (que no aparece en ninguna reseña histórica del ballet en el país), organizó una clausura para el mes de diciembre y después una participación en un acto de la alcaldía.

La palabra organizar le queda tan grande que dijo en el chat "hay una mamá que cose, ella ya esta organizando para ver lo de los disfraces", yo me acerque a ella y le pregunte que quien era la mamá que cosia para poderme abocar con ella... como a las tres semanas de preguntarle lo mismo cada vez, resulto ser que yo era esa mamá y evidentemente no estaba organizando nada. Después en menos de diez días resulte haciendo seis disfraces de ángel. Pero si cuento así la historia dejo fuera la parte jocosa.

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Los vestidos de ángel, fueron hechos de satín blanco, tipo túnicas y con mangas japonesas, eran hermosos

Estábamos a cinco días de la presentación y habían unas diademas, coronas o que se yo que iban a usar los dichosos ángeles y nadie daba información, todo el mundo muy despreocupado y preguntadose a media voz por la información incompleta, nadie sabía nada y la maestra no decía nada, yo muy aburrida del poco profesionalismo decidí tomar la iniciativa (todos decían voy a escribir en el chat, pero nadie lo hacia) así que yo escribí pidiendo que se compartiera la información de los susodichos objetos inútiles. Por respuesta obtuve un audio donde la maestra cobraba el mes de diciembre. Por supuesto que me moleste, me molesto de sobremanera que la señora esa no puediera hacer mención de mi pregunta, pidiendo que alguien la contestara o contestandola ella, y que encima de todo cobrará. Lo sentí como esa gente abusiva que no trabaja pero cobra. O esa gente desagradable que cobra por el trabajo de otro.

Entonces yo respondí ya molesta que el chat debía servirnos a todos para comunicarnos y no solo como un medio de cobro, otra mamá me secundo pidiendo información y yo con mi humor negro característico, le respondí que eso de las diademas era todo un misterio y le puse una carita de rolling eyes. La maestra ha montado en cólera y en varios audios que juntos hacían como media hora nos dice lo importante que es ella, que ha estado en Francia, que trabaja con embajadas, que hace pasteles, que no tiene tiempo para nada, por todo su trabajo excelentísimo, ella es muy ocupada, como nos (me) atrevemos a molestarla y no sé que más pedorratas... y sigue sin contestar la pregunta.

Yo me disculpe y le explique que desde mi punto de vista era muy abusivo que cobrara pero que no pudiera contestar una pequeña pregunta, que como maestra eso es lo que se espera de ella, finalmente un papá escribe que Q20 va a costar la corona, y todos tranquilos... o al menos eso pensé yo, ilusa que fui. Llego yo con mi niña al ensayo y la maestra nos entra a los papás, con las niñas a la par, a gritarnos por media hora lo mismo que puso en sus audios, con la cadencia de una muerta y pausas de una vieja que ya perdió la lucidez, lagunas mentales tal vez, habla sobre su pasado tan brillante que opaca totalmente su presente. Nos dijo como no apreciábamos el trabajo que hacía, como no merecíamos su atención, como sufría por nuestra irreverencia. No sé, dijo como no se valora el arte, aduciendo que ella misma era el arte, mejor dicho El Arte (yo estaba muda del asombro).

Pensaba para mi, madre mía, en verdad esta vieja no entiende de sarcasmo y encima cree que esta bien esa gala de clasismo que esta mostrando. No iba a dejarme hablar, pero yo igual hable (prácticamente otra mamá me dio su turno), de lo que le dije recuerdo que en tono un poco alto le dije que yo también tenía un curriculum colorido, que no sabía ella con quien estaba hablando para que me tratara así, porque de su discurso saque en limpio que solo si se es diplomático una podía preguntar y entonces ella se iba a dignar responder. Después de ese desafortunado encuentro, yo quede apenada con los papás, y vi que una mamá se fue a quejar, entonces también yo me fui a quejar. En un país normal la historia habría terminado ahí, pero en este caso no, la maestra fue a preguntar que qué pasaba, cuando se entero que alguien se fue a quejar, decidió que había sido yo (resulta que la señora con la que habló no sabía que yo me había quejado, solo sabía de la queja de la otra mamá) entonces expulso a mi hija de la clase y encima dijo que yo ni pagaba que no tenía derecho a quejarme.

Todas las tonterías y barbaridades que dijo las dejo grabadas en audios, todo el curso ella dijo que mi hija era muy inteligente. Pero cuando supuso que me había quejado de ella empezó a decir que mi hija tenía una pésima actitud, que siempre quería mandar, que nunca ponía atención, que trataba mal a una compañera y que hacía caras cuando ella la regañaba. Pero en defensa de mi hija voy a decir que la maestra habla con una parsimonia, que uno se puede inventar veinte finales para la oración que esta formulando antes que ella finalice de pensar lo que quiere decir, digamos que uno ve como encajan los engranajes dentro de su cabeza y como cuesta que den vuelta. Es como la muerte, mi hija dinámica y de mente bien despierta se aburría esperando que la maestra desplegase toda su explicación, porque viviendo con una mamá que siempre la esta corriendo y un mundo donde todo es rápido, no logró asimilar la parsimonia de la maestra.

En fin, la expulso de las presentaciones, de los ensayos, de todo. A mi me dijo que no me quería ver, que viera que hacía con los disfraces, pero que no podía ir a entregárselos a los papás, cosa que ignore por completo, porque el trato lo tenía con los papás, independiente de como se sintiera El Arte de Guatemala. Por su parte mi hija se puso muy feliz de no tener que ir a ver la cara de sapo verrugoso de la maestra (aunque no consideró que ya no iba a ver a sus amigas). Yo seguí con el plan y les entregue a los papás los disfraces donde habíamos convenido, sin drama de por medio, como digo siempre "a mi el drama me gusta, pero leerlo". Lo que sí hice, fue ir a poner otra queja a la alcaldía, compartí los audios donde la señora dice todas sus tonterías y en una carta de tres paginas escribí todas las cosas que hizo la maestra, que consideraba yo eran un peligro para la alcaldía y las niñas pequeñas que estaba deformando.

Como vivimos en el país de al-revés no me extraña que la vieja fofa, que es muy importante para la danza en el país (según ella, al menos), siga dando clases igualmente mi hija y yo terminamos con esto, ella esta resuelta a nunca más bailar, lo cual me hace muy desdichada y solo me queda ver que nos depara este año, ya que el 2017 no fue muy amable con las maestras, nos dio un par de coyoles amargos, imposibles de tragar.

Les dejo un vídeo muy gracioso y entretenido que encontré en la red (buscando una imagen), por si no saben que es un coyol, yo los encuentro sin gracia, y la forma de comerlos eterna e insípida, son duros y sin mayor cosa, lo que si me sorprendió (en el vídeo) es que tienen "carne" dentro del coyol, siguiendo con la metáfora, la maestra de diario a caso mostró un poco esa carne, ahora la de ballet, ni de chiste, me despido de ustedes queridos lectores deseándoles que nunca encuentren maestras coyoles en su camino.