Me gusto demasiado éste post. Está brutal.
Sinceramente mi parte favorita es hablar conmigo mismo. Aunque parezco loco pero, lo hago. También ayuda el estado de ánimo que tengo a la hora de hacerlo. Me aseguro que sea después de hacer ejercicio porque ahí tengo la energía buena.
En cuanto al hecho de ser lógicos es algo que es difícil de superar para nosotros los hombres, por eso se nos complican las cosas más que a las mujeres.
Para lidiar con esto dejo que mi cerebro haga las preguntas pertinentes pero no me importa si no tengo respuesta. Me gusta pensar que encontraré respuestas en los momentos menos esperados.
Otra cosa que ayuda mucho aparte de pedir, es agradecer por lo que ya uno tiene. Realmente cuando descubrí esto fue algo impresionante, aunque suene sencillo pero realmente cambia incluso la manera de pensar y actuar cuando agradecemos. Las ganas de agradecer a Dios o a lo que sea que alguien más agradezca. Se vuelven tan fuertes que a veces ni provoca pedir nada pero hey! Pedir también importa.
