La joven Ariadna, al terminar los estudios básicos de primaria y secundaria, fue a la oficina de su padre de profesión médico en el área de cardiología, y le pidió el favor de orientarla con toda sinceridad. Padre -le dijo- he de tomar una decisión acerca de mi futuro profesional, qué harías tú en mi caso, estudio enfermería o estudio la carrera de medicina. Ven escúchame, hay una parte de mi historia personal que no sabes, antes de ser cardiólogo, yo fui enfermero, no por gusto, ni por amor, si no por física necesidad.
En aquellos años corría el hambre por el caserío donde vivíamos, yo fui un joven fuerte y alto y en el hospital donde el abuelo era vigilante, observó que jóvenes como yo, eran indispensables para el cuido de las personas que no se podían valer por sí mismas; un lunes me presenté y un médico cardiólogo, me dijo: ponte este vestuario y haz todo lo que te digo, y sí en una semana aprendes todo lo que te indique; quedas contratado por 6 horas diarias, las otras seis, vas estudiando los manuales que yo te prestaré; cada tres meses te haré exámenes de tu aprendizaje; al cabo de un año, serás enfermero -sí sientes amor y dulzura para con los pacientes, yo mismo te daré el título-
Tuve un aprendizaje transversal en la práctica, mis conocimientos fueron integrales porque me enamore de la profesión más bella: -hacer más llevadero el sufrimiento del prójimo- lloré cuando se morían los pacientes y celebre cuándo se sanaban. El resto son modelos de conceptualización que son necesarios para encajar dentro de la mente el porqué de cada procedimiento médico. Ah, cargué a un anciano como a un bebé, lo bañe, le di los alimentos, por más de tres meses. Logró sanarse, vivió 10 años más; un día me mandó ir a su casa y me dijo que si quería ser cardiólogo.
-Le dije que sí- me hizo jurar que haría lo necesario para especializarme; él pago los semestres de la universidad; yo siempre fui enfermero, con el sueldo viví mientras estudie; al graduarme, en 10 años de práctica llegue a ser el mejor cardiólogo del país.
-Hija sé que te gusta la pediatría, tienes 2 caminos:
1. Ser enfermera y conocer todo el proceso, luego serás médico.
2. Ser médico y perderse la alegría de la verdadera medicina.
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