¿Y, quién eres tú?

in #enlace3 years ago

Mi amigo el caminante escuchó decir a Deepak Chopra:
“En todos nosotros existe un mago, este Ser lo ve y lo sabe todo”
¿Qué es un mago?
-Fue la pregunta que planteó su agitada mente-
El mismo Chopra responde:
“Un mago es aquel Ser que ha decidido aprender a transformar; la indiferencia en atención, por ejemplo”

¡Saludos amigos lectores!

La presente situación de magia transformadora le ocurrió al caminante en sus tiempos de taxista en una ciudad muy grande de Latinoamérica. Un conductor de taxi público en aquella metrópoli adquiere la responsabilidad de prestar el servicio indiscriminadamente del sector de la ciudad; aclarando que algunas ciudades tienen sus sectores vulnerables y delicados, en cuanto a la seguridad personal.
Confió que tú querido lector, hayas experimentado el poder del mago que llevas dentro. Y si no, esta historia quizás podrá activar en tú corazón la chispa divina de la magia interior. Continuemos con la historia...
Luego de aceptar un servicio al sur-este, donde pocos se atreven a ir, inició el regreso a zona segura; al pasar por un hospital de caridad pública, una joven mujer se levantó apresuradamente y estiró su brazo para provocar la detención de aquel taxista. El conductor sintió el llamado interno de prestar ese servicio. La joven saltó de emoción, dijo a sus compañeros: ¡sabía que alguno me llevaría!

Una vez acomodada en el asiento de atrás, dijo: ¡Uff, llevó más de 30 minutos y ninguno me prestaba el servicio; favor de llevarme al sector de María Inmaculada!
-El conductor protestó-

¿Me va a devolver de dónde vengo descendiendo por más de 10 minutos vacío? -mis 3 niños me esperan, contestó la joven; una vecina los cuida hasta las 11, pues ella tiene que ir al trabajo- ¡le agradezco la bondad de haber parado y llevarme a mis hijitos!
En la mente del conductor pasaron dos eventos instantáneos: 1. No es recomendable -por seguridad-, ni bien remunerado, ir por allí. 2. ¿Este será el acto de bondad y transformador de la jornada?
Cual rayo veloz, su corazón le recordó una lección de su mentor -el abuelo de la playa- aquella vez le dejo de tarea aprenderse el poema de: Ella Wheeler Wilcox, quien fuera poeta y periodista estadounidense; Ella se enfocó en investigar y escribir, en gran manera sobre el amor; escuchemosla, por favor:

<< Hay dos clases de personas en la tierra hoy; Solo dos tipos de personas, no más, digo.
No el pecador y el santo, porque se entiende bien,
que los buenos son mitad malos y los malos mitad buenos.
No los ricos y los pobres, porque para evaluar la riqueza de un hombre,
primero debe conocer el estado de su conciencia y su salud.
No los humildes y orgullosos, porque en el breve lapso de la vida,
Quien se viste de vanidoso, no es contado como un hombre.
No los felices y tristes, porque los veloces años de vuelo,
Traen a cada hombre su risa y a cada hombre sus lágrimas.
No; me refiero a los dos tipos de personas en la tierra,
son las personas que levantan y las personas que se inclinan.
Vayas donde vayas, encontrarás las masas de la tierra, siempre divididas en estas dos clases. Y, por extraño que parezca, también encontrarás, creo, que sólo hay un levantador por cada veinte que se inclinan.
¿En qué clase estás?
¿Estás aliviando la carga de los levantadores sobrecargados que se afanan en el camino? >>

Luego de varios minutos de ascenso por calles desconocidas, terminó la vía pavimentada, encontrándose con caminos de piedra. En aquel sencillo caserío, se abrió una ruidosa puerta y los descalzos niños corrieron a recibir a mamá; la joven canceló lo que el taxista cobró, diciendo: ¡La luz Divina del Señor de los cielos, sea tu guarda y protección!

Nota: Esta publicación pertenece al mismo autor del blog:

*https://whaleshares.io/caminante