La mano de Dios

in #entropia6 years ago (edited)

Con esta frase se recuerda el primer gol que Diego Maradona le hizo a la selección inglesa en el mundial de 1986, increíblemente convalidado por el árbitro. Todos conocemos la historia, luego el genial jugador hizo una jugada considerada como el mejor gol de todos los tiempos en un mundial eludiendo a la mitad del equipo británico incluyendo al arquero y sirvió para que la Argentina ganara su segundo mundial.

Pero en esta publicación no me voy a referir a ese gol aunque mi relato si está directamente relacionado con el fútbol aunque muchos años antes de esa famosa mano.

En 1910 y como parte de los festejos por los 100 años de la revolución de mayo, la Argentina organizó el primer torneo sudamericano de fútbol. En el mismo participaron tres selecciones: la anfitriona, Uruguay y Chile. Ganó Uruguay y aunque fue un buen ensayo, no volvió a organizarse otra competencia hasta el año 1916.

Héctor Rivadavia Gómez

En ese año Argentina organizó los festejos por el centenario de la independencia y otra vez volvió a organizar un torneo sudamericano, esta vez fue un cuadrangular ya que se sumó Brasil y además se aprovechó la oportunidad para fundar, ahora sí, la confederación sudamericana de fútbol y se eligió la fecha del centenario de nuestra independencia, el 16 de julio de 1916 para conformarla. Como un dato más comentaremos que el primer presidente fue el uruguayo Héctor Rivadavia Gómez quien se mantuvo en ese puesto por 10 años.

Chile perdió con Uruguay y con Argentina y empató con Brasil, Uruguay le ganó a Brasil y Argentina empató con el conjunto carioca así que el partido decisivo sería (como se preveía) entre orientales y gauchos pero Uruguay llevaba la ventaja de un punto más así que a la Argentina solo el triunfo le permitiría consagrarse campeón.

La gran rivalidad entre los países vecinos motivó que llegara mucha gente de Uruguay y también de Buenos Aires y otras localidades cercanas. El partido debía disputarse en el estadio de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires considerado el mejor de todo el país, la fecha de la gran final estaba estipulada para el domingo 16 de julio.

Debido a la poca previsión de las autoridades respecto a la cantidad de gente que asistiría motivó que el sector de boleterías se viera desbordado, muchos se ofuscaron por las largas colas y la demora en expender los ansiados boletos y pasó algo absolutamente inusual para esas épocas: la gente arremetió contra los controles de acceso al estadio e ingresó por la fuerza, los 11 policías designados para controlar la seguridad del evento se vieron desbordado, incluso dos de ellos sufrieron lesiones.

La gente invadió el campo de juego y los dirigentes de ambas escuadras al ver el clima reinante decidieron jugar de todas maneras el partido pero como un amistoso, no dirimiría el título.

El partido comenzó con bastante demora ya que hubo que convencer al público que dejara el campo cosa que hizo con lentitud, el árbitro chileno Carlos Fanta dio la orden y a las 15:30 el juego se inició, en algún momento y por un incidente menor la gente invadió nuevamente el campo de juego y esta vez en forma definitiva.

Se desató la furia, la gente enojada sacó los arcos de su lugar, prendió fuego las redes y las gradas de madera de una tribuna, el joven Juan Pallas al ver que las banderas de los 4 países corrían riesgo de prenderse fuego subió y con la colaboración de otras personas lograron salvarlas, Juan sufrió un principio de asfixia y el doctor Escobar Bavio lo socorrió en pleno campo. El fuego se propagó rápidamente y los bomberos recién pudieron sofocarlo a las 22 horas.

De las tres tribunas populares que tenía el estadio no quedó nada pero el palco oficial se salvó de las llamas. Hubo cuatro detenidos.

Al día siguiente, lunes 17 de julio, se jugó el partido por la final del torneo en el estadio de Independiente de Avellaneda con el mismo árbitro, terminó empatado sin goles y Uruguay se consagró como primer campeón Sudamericano de la Confederación Sudamericana de Fútbol.

Con el correr de los años todos los países de Sudamérica se afiliaron, siendo el último en hacerlo Venezuela en el año 1953.

Hasta ahora, 102 años después de su creación, aun no la han presidido Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela.

Cabe preguntarse si realmente hubo una mano de Dios para evitar que fuera una tragedia, había casi 30000 personas en el lugar y solo se debió lamentar algunos pocos contusos incluyendo los dos policías de las puertas de entrada, esta mano probablemente no haya sido festejada como la de Diego pero seguramente fue mucho más efectiva y milagrosa.



Héctor Gugliermo

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@hosgug

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Qué relato interesante de como la providencia y quizás por algunos hijos de Dios que estuvieron alli, evitó una tragedia. Miremos al misericordioso Padre que hace que su sol salga sobre buenos y malos.

Curiosamente no es un hecho muy conocido ni divulgado. Ya desde ese entonces los dirigentes decidían que se daba a conocer y que no.

Interesante relato y tremento alboroto por parte de los fanático de estos vecinos países. Gracias por compartir.

Si correcto. Convengamos que el fanatismo de todos estos países nunca ha sido leve, de hecho se ha incrementado con el tiempo.

Interesante historia , nunca la hubiese conocido si no era por esta publicación, gracias por compartirla.

Recién comentaba que no es muy conocida. De hecho en la página de la conmebol no se menciona.

El mundo del fútbol esta lleno de tantas historias y anécdotas que son injustamente poco recordadas. Gracias por compartirla con nosotros bro. Tengo un post sobre Matthias Sindelar un jugador con una gran historia y poco conocido que apuesto te gustaría ver. Saludos