Constantemente aparecen en redes tratamientos o medicamentos fantásticos que son la panacea para curar todo tipo de enfermedades, y como no y por supuesto, para tratar al dichoso coronavirus. Me gusta indagar acerca de estos productos milagro y compararlos con otros que en un pasado eran utilizados por nuestras abuelas y abuelos cuando la medicina moderna comenzaba sus andanzas.
Recuerdo que mi abuela, que en paz descanse, tenía en su mesita de noche un envase redondo, similar a una caja de polvos de talco, de un medicamento llamado CEREBRINO MANDRI, y lo recuerdo sobre todo por un personaje que a mi particularmente me resultaba inquietante y que aparecía serigrafiado tanto en el envase con en la caja.
CEREBRINO MANDRI era el nombre de unos polvos que debían ser ingeridos disueltos en agua y que estaban indicados para aliviar diferentes tipos de dolor, tales como los dolores de cabeza, dolores musculares, dolores dentales, e incluso los menstruales; y también era efectivo para bajar la fiebre y combatir los mareos, el reuma o la artrosis. Vamos, que se trataba de un “todo en uno”.
Su comercialización comenzó en un laboratorio familiar de la ciudad de Barcelona a principios del siglo XX por parte del doctor Francisco Mandri y se desarrolló hasta el año 2008, en el que la Agencia Española de Medicamentos prohibió su venta al detectarse que el fabricante incumplía la normativa en materia de fabricación.
La composición inicial de estos polvos contenían tres productos fundamentales: en primer lugar extracto de “Gelsemium Sempervirens”, un tipo de planta trepadora que contenía “alcaloides”, unas sustancias que provocan en el ser humano reacciones fisiológicas de diverso tipo, siendo las más conocidas las reacciones estimulantes del organismo (la cocaína contiene alcaloides).
Otro componente del CEREBRINO MANDRI era la “acetofenidina”, el antecedente del actual paracetamol y que fue comercializado en el siglo XIX por el gigante farmacéutico Bayer. La “acetofenidina” tenía efectos analgésicos y ayudaba a disminuir la fiebre.
Por último CEREBRINO MANDRI contenía una sustancia ampliamente controvertida, el famoso “bromuro de litio”, que fue utilizado durante parte de los siglos XIX y XX como un potente sedante y para tratar desórdenes neurológicos. Este producto fue retirado del mercado hace ya bastante tiempo al comprobarse que tenía importantes efectos secundarios. Hoy en día tan solo se usa en algunos medicamentos de tipo veterinario.
Durante la década de los 70 , la composición de CEREBRINO MANDRI se modificó, incluyendo sustancias más modernas y supuestamente menos peligrosas, como el paracetamol, el acido acetilsalicílico, la cefeína y el azúcar.
Una de las características de CEREBRINO MANDRI es que desarrollaba una potente imagen publicitaria, aunque en mi caso, creo que algo perturbadora. Un mayordomo con cara de pocos amigos te invitaba a su consumo. Su imagen no se ha podido quitar nunca de mi cabeza.
Fuente de las imágenes:
https://www.todocoleccion.net/coleccionismo-revistas-periodicos/cerebrino-mandri-1923-hoja-revista~x28218007
http://jvendrellcampmany.blogspot.com/2016/05/recordando-el-cerebrino-mandri.html
Referencias:
https://ca.m.wikipedia.org/wiki/Cerebrino_Mandri
http://jvendrellcampmany.blogspot.com/2016/05/recordando-el-cerebrino-mandri.html?m=1
https://agrega.juntadeandalucia.es/repositorio/27012016/42/es-an_2016012714_9125937/cuerpo_humano/sint.htm
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Gelsemium_sempervirens
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Bromuro