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Cuentan que una vez iba un hombre por una calle y escuchó que detrás de una pared, muchos gritaban: “ochenta y ocho, ochenta y ocho, ochenta y ocho” no aguantó la curiosidad y al ver un hueco pequeño se asomó por ahí, en ese mismo momento un objeto contundente le dio en el ojo y los gritos cambiaron: “ochenta y nueve, ochenta y nueve, ochenta y nueve” y así fue como llegamos a la semana 89 del Reto12Votos.
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Cada semana se nos invita a crear publicaciones originales a partir de una temática determinada, la número 89 trae este interesante tema.
Casi todos sabemos lo que significa la resiliencia y muchos, sin saber que existe el término, son ejemplos genuinos de la misma. Su capacidad de salir a flote con una sonrisa de las situaciones más adversas así lo muestra.
Me faltan dedos para terminar de contar las personas con esta característica que conozco y muchas que conocí y ya no están con nosotros.
De las principales características que tiene el resiliente es el sentido del humor, esa facilidad para aún en un momento difícil hacer gala del mismo no es algo muy común, sin embargo, en mi país es bastante normal.
Recordar como resolvimos una situación difícil y reírnos de la misma puede ser incómoda para algunos. Les muestro la siguiente situación anecdótica.
En mi familia son muchas las personas que tienen como norma de vida el no quejarse de lo que viven o padecen, casi por azar nos dimos cuenta de la enfermedad de la abuela, de quien conservo cantidades de anécdotas. Recientemente, dos tías, también se adelantaron al viaje seguro. Eran muy unidas, tres años de diferencia, casi todos los días se reunían a tomar café y conversar. Esas tertulias eran realmente buenas y tuve la suerte de compartir muchas veces con ellas.
Un día una de ellas se enfermó y la otra la cuidó en la clínica donde hubo que hospitalizarla y entre ambas idearon que una tapara a la otra como si ya se había muerto y así lo hicieron. Mi tía le cubrió la cabeza y además le tomó una fotografía para enviarla por teléfono, luego la destapaba y enviaba la otra imagen aclarando que era que la hermana quería “despegar”. Quizá para no ser tan drásticas. De ese incidente hicieron bromas, para molestia de algunos más susceptibles, a quienes no les hizo ninguna gracia el incidente. Luego se invirtieron los papeles y fue la otra tía quien cubrió a la hermana para repetir el juego. Ya sabíamos que bromeaban con eso. Y se nos quedó la expresión, querer despegar es querer morirse o estar próximo a ello.
Ambas se fueron el mismo año, una en marzo y la otra en octubre. Siempre las recordamos y es casi imposible no esbozar una sonrisa al hacerlo. Estoy segura de que son muchos los venezolanos que tienen un familiar con estas características incluso hay familias donde la mayoría mantienen ese espíritu, tal como la mía.
Y es que el venezolano es así, sus desgracias las vuelve chiste sobre todo cuando ya han pasado, suelen reírse de ellas y contarlas como una travesura más de las muchas que la vida nos hace pasar.
El tema de la muerte siempre genera mucha aprehensión, hablar de eso y hasta hacer chistes se convierte en una manera de hacer catarsis. Todos tenemos escrito ese destino, mientras estemos vivos solo toca agradecer. Ser resilientes significaría constatar que tenemos vida y mientras la tengamos nos toca seguir adelante.
Todo es para aprender.
Contenido original
Imágenes elaboradas con el programa Canva.com
El #Reto12Votos está diseñado para que todas las personas ganen. Se trata de leer, comentar y votar por otros participantes que harán lo mismo a cambio.
La semana pasada gané la recompensa, junto con @mafalda2018, muy agradecida por ello.
Te invito a visitar el siguiente link para conocer más de este reto.
Vaya que experiencia la que nos has traído, de verdad que el venezolano es único en sus bromas, siempre creativo y más echador de broma imposible, superan grandes traumas con su buen humor. @charjaim me encanto leerte, un abrazo.
Sí, sin lugar a dudas, echar broma y hacer de todo un motivo de risas es algo que está muy presente. Luego las penas se hacen menos duras. Saludos, amiga.
Sinceramente recordé algunos casos, bueno abuela espérame es lo más seguro, bueno cuando me toque despegar tan bellas sus tías amiga @charjaim. _Me reí pero con respeto. Sinceramente sin comentarios...Traviesas.
Eran únicas y sus bromas se mantienen entre nosotros como ejemplo de una manera de ser más optimista y entusiasta. Saludos cordiales.
Que bueno, ese es el venezolano hace un chiste de sus calamidades.
Sí, reunirnos a recordar y reírnos es muy relajante y bueno para recargar las pilas. Je,je. Saludos.
Jajajaja casi morir de risa al leer esa broma que hacían las tías, y eso de los ochenta y ocho jajaja ese chiste es muy bueno.
Gracias por las risas y felicidades por tu premio de la semana pasada.
Saludos bella @charjaim.
Gracias, @yssymarie, qué bueno es reír, nos ocupamos, reímos y seguimos adelante. Saludos.
Definitivamente los venezolanos de todo sacamos una broma o un chiste, nos caracterizamos por eso mis de hecho en el mund nos conocen por jodedores de oficio (risas) excelente trabajo @charjaim me gusto leerte
Así es, amiga @janetyanez, y creo que es bueno mantener esa actitud positiva. Un abrazo. Saludos.
Amiga me gusta cuando dices: "Ser resilientes significaría constatar que tenemos vida y mientras la tengamos nos toca seguir adelante. Todo es para aprender".
La vida es bella pero algo difícil y lo mejor es vivirla con una sonrisa.
Sonríe, la vida vale la pena
Un abrazo.
Todo se hace más llevadero cuando podemos volverlo risas, amiga mía, aunque a veces sintamos que es imposible, cuando pasa el tiempo y vemos hacia atrás no podemos hacer otra cosa sino reírnos. Saludos.
La anécdota tiene mucho sentido, aunque horrorizaría a muchos,
@charjaim. Algo tenían claro tus tías, una se iría después de la
otra y dejaron una anécdota para que las recordaran con alegría
Somos tu failia virtual,
Hola como estas las experiencias también son un gran aprendizaje y nos hacen fuertes cada día
¡Hola! Bien, gracias.
Sí, supongo que sí, que de eso se trata, aprender y seguir adelante.
El buen humor es un antídoto a muchos pesares, @charjaim. Yo creo que de esas tías hay en muchas familias, son un aliciente en medio de las adversidades. Un abrazo.
Eso es muy cierto, el humor es la característica que más nos define a los venezolanos. Saludos cordiales.
Así es, hermana @charjaim
En Venezuela nos reímos de todo, lo bueno y lo malo. Por eso, podemos salir de la adversidad con mayor fuerza y rapidez
Me gustómucho la historia de tus tías.
Gracias, de verdad que no conozco otra manera, inmersa en este entorno de personas que de todo sacan un chiste y se ríen de sus propias desgracias. Así somos.
Ciertamente, Venezuela es un país 100% resilientes, nos ha tocado duro, pero yo tengo fe de que pronto todo pasará y seguiremos adelante con la sonrisa y el buen humor que nos caracteriza siempre.
Estoy de acuerdo, Dios nos oiga y muy pronto podamos estar con nuevos bríos saliendo a flote. Saludos cordiales.
Que buena publicación @charjaim! En efecto, el buen humor parece la forma diáfana de describir la resiliencia del venezolano. Me imagino a las tías destornillarse de la risa mientras hacían las fotos y la enviaban.
A mí me gusta el buen humor pero mi hermana es la reina del buen sentido del humor, y esa capacidad nos mantiene en equilibrio ante tantas adversidades. Ha sido muy grato leerte, un gran abrazo
Sííí, eran tremendas y cada vez que podían se salían con la suya. Gracias a esto que nos caracteriza podemos hacer de tripas corazón y seguir adelante cada día.
Lo del venezolano y los chistes es tan así que los velorios de antaño se prestaban para competencias de chistes. Los momentos más dolorosos se convertían en eventos para la risa. Es inegable el efecto restaurador que tiene la risa y eso, por suerte nos sobra a los venezolanos. Como bien apuntas, de todo hacemos un chiste.
Yo tenía un tío que era un bromista empedernido. Era muy raro verlo preocupado. Ni siquiera mi papá, que era un militar gruñón, podía resistirse ante los encantos de un humorista nato. Cada vez que mi papá lo esperaba para "formarle un peo", mi tío llegaba echando chistes o recordámdole a mi papá vivencias jocosas. Se iba y mi papá quedaba máscaliente aún porque se le "había olvidado formarle su peo."
Ese tipo de gente es un tesoro.
¡Ja,ja,ja,ja! Indudablemente que sí, mis hijos tienen también esa característica en demasía y eso es bueno porque cada día hay una buena dosis de carcajadas. Saludos cordiales.
Si que es verdad que el caracter venezolano esta lleno de humor, siempre una forma original de presentar el reto querida @charjaim, un gusto verte incorporada!
Abrazos!
Gracias @avellana, aquí voy resiliente al máximo.
¡Me hiciste reír con ese chiste, @charjaim! ¡ja, ja, ja, ja! Así somos los venezolanos ocurrentes y chistosos. Tus tías estaban claras en que todos tenemos ese final y, al contrario de otras personas, no temían jugar con ese tema. Saludos.
Sí, es lo mejor, aprender a reírnos de nosotros mismos. Me contenta que te hayas divertido con el chiste. Saludos.
Me hiciste acordar a mis tías @charjaim de todo hacen una broma y si te disgusta tienes el trabajo de contentarte otra vez jaja. Y en los velorios, Dios mío, eso es risa y risa de los chistes que cuentan. Muchas veces nos han hecho pasar pena porque creemos que los amigos que van al velorio pensarán que no queríamos al difunto. Gracias por tu publicación.
Una de esas tías recordaba que de joven le dio un ataque de risas en un velorio, pero ella contaba que no era que deseara reírse realmente sino que se puso muy nerviosa en el momento de dar el pésame y sí, los velorios han sido tradicionalmente sitios donde el chiste es casi normal y las risas también quizá porque se requiere guardar compostura y es algo forzada la situación, aunque siempre hay excepciones. Saludos cordiales.