¡Todo un despliegue de energía!
Tocar y cantar es un arte. Pero componer también es como una guinda sobre el pastel. No pude evitar ir por las maracas para acompañar esta pieza. Un gran mensaje y todo un derroche de emoción en esta pieza. Un gusto escucharlo, mi estimado.
Esos cambios de ritmo me agarraron por sorpresa más de una vez, pero quedaron geniales a propósito de esta composición.