Greetings, friends of @silverbloggers.
"When I grow up I want to be…" was the perfect phrase to answer that unsettling question that, as our community friends point out, we hear time and again from adults during childhood. Looking back now, I think it was a question that whoever asked it had no greater intention than to start a conversation with the child in front of them, without wanting to delve into its deeper relevance.
"What do you want to be when you grow up?" Today we would call it a powerful question, one that places you in a future, projecting you into it. The answer reveals much of our talents, what motivates us, and what will one day inspire us. Also, if I'm not being too picky, it's a question that sows the seed of one of the greatest existential confusions: between being and doing. Without further ado, I immersed myself in that wonderful world of childhood, full of dreams and illusions of what I wanted to be when I grew up.
As a child, I dreamed of "being" many things: a flight attendant, a theater actress, an astronaut, a jewelry designer, an executive at a large company, and of course, the classic professions of teacher, singer, painter, writer, among others.
Each of these things I wanted to do had its support in my real world, for example:
My mother was a flight attendant, and in that world, she met my father, who was a pilot. I remember his stories of trips to Caribbean islands like Aruba, Curaçao, and Trinidad, and these made me dream of beautiful beaches and exotic places that were possible to visit as a flight attendant, because that's what I wanted. I vividly remember the moon landing, the excitement of takeoff, the arrival, exiting the spacecraft, and walking on that unknown expanse of the celestial body that floated in the distance each night. I wanted to go, to be there, to walk on the enigmatic moon.
In addition, during the sixties and seventies, UFOs and extraterrestrials were a recurring topic of conversation among adults, further reinforced by television series like My Favorite Martian, which made me dream of these encounters on my own journeys as an astronaut.
My mother and aunt bought Vanidades magazine every month back then, and it came with advertisements for renowned jewelry houses: Carteier, Tiffany, Swarovski. I dreamed of making jewelry; I was drawn not only to its dazzling brilliance and the beauty of the designs, but also to the sense of permanence that a piece of jewelry can possess. This was a dream fulfilled to some extent, as I worked in artisanal jewelry making for sixteen years, an activity that brought me great satisfaction and achievements.
I have no reference point for wanting to be a theater actress, beyond what was happening on television, but I know that I loved putting on all kinds of dramatizations with my sisters and friends, assigning roles, creating sets, and playing the lead. As a teenager, I had several experiences in this regard, and at school, with my students, it was always an opportunity to stage small plays that fulfilled that childhood dream.
This is my entry for The Silverbloggers Chronicles - Prompt #22 - When I grow up, a sweet proposal to capture my experiences. Join us!
Saludos amigos de @silverbloggers.
Cuando sea grande quiero ser… era el enunciado perfecto para responder a esa pregunta inquietante que, como señalan los amigos de la comunidad, durante la niñez escuchamos una y otra vez en boca de los adultos.
Hoy echando la mirada atrás, pienso que era una pregunta, que quien la formulaba, no tenía mayor intención que buscarle conversación al niño que tenía al frente sin querer profundizar en la relevancia que ella encierra.
¿Qué quieres ser cuando seas grande? Es lo que llamaríamos hoy una pregunta poderosa, aquella que te ubica en un futuro proyectándonos en él, en la respuesta dada se encuentran mucho de nuestros talentos, de lo que nos mueve y de lo que algún día nos apasione. También, sin ser muy quisquillosa, es una pregunta que siembra la semilla de la una de las mayores confusiones existenciales entre el ser y hacer.
Sin más preámbulo se sumerjo en ese maravilloso mundo de la niñez lleno de sueños e ilusiones de lo que quería ser cuando creciera.
De niña soñé con “ser” muchas cosas: azafata, actriz de teatro, astronauta, creadora de joyas, ejecutiva de una gran empresa y por supuesto los clásicos oficios de maestra, cantante, pintora, escritora, entre algunos otros.
Cada uno de estos querer hacer tenían su soporte en mi mundo real, por ejemplo:
Mi mamá fue azafata y en ese mundo conoció a mi papá que era piloto, recuerdo sus anécdotas de viajes por islas del Caribe como Aruba, Curazao, Trinidad y con ello me hacía soñar en unas playas bellísimas y lugares exóticos que eran posible conocerlos siendo azafata, pues yo quería eso.
Recuerdo con mucha nitidez la llegada del hombre a la luna, la emoción del despegue, la llegada, el salir de la nave y el caminar sobre ese espacio desconocido del astro que flotaba a lo lejos cada noche en el cielo, quería ir, estar allí caminar sobre la enigmática luna.
Adicional a ello, en esa época de los sesenta y setenta los ovnis y los extraterrestres era un tema de conversación recurrente entre los adultos que además se reforzaba en las series televisivas como Mi marciano favorito, que me hacían soñar con estos encuentros en mis viajes como astronauta.
Mi mamá y mi tía en aquella época compraban mensualmente la revista Vanidades y con ella venía la publicidad de reconocidas casas de joyería: Cartier, Tiffany, Swarovski, Yo soñaba con hacer joyas, me llamaba la atención no solo su deslumbrante brillo y la belleza de los diseños, sino también el sentido de perennidad que puede tener una joya.
Este fue un sueño cumplido en alguna medida, pues durante dieciséis años trabajé la orfebrería artesanal, actividad que me dio grandes satisfacciones y logros.
No tengo referencia sobre el querer ser actriz de teatro, más allá de lo que sucedía en televisión, pero sé que me encantaba armar con mis hermanas y amiguitos dramatizaciones de todo tipo, asignar papeles, crear escenarios y llevar el papel principal. De adolescente tuve varias experiencias en este sentido y en la escuela, con mis alumnos, siempre fue una oportunidad para montar pequeñas obras de teatro que satisfacían ese sueño infantil.
Esta es mi entrada al The Silverbloggers Chronicles - Prompt #22 - When I grow up, una dulce propuesta para plasmar lo vivido. ¡Únete!
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Fuente de imágenes: Archivo personal - Portada: Elementos Canva
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Hello @damarysvibra
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Hola amiga @damarysvibra, es una pegunta muy importante de hecho casi semanalmente le pregunto a mis nietos ja,ja,ja. Siento que a los niños que no le hacen esa pregunta andan por la vida muerto en vida. Algunos andan al ritmo de las olas del mar. Tengo cada ocurrencia. Me encantó eso de tu mami; ser azafata y ya conocería muchos países, pero bueno, pienso que es importante el apoyo familiar. Mi espíritu salta al leer ese A B C...Aruba, Bonaire, Curazao.
Muchos suspiros leyendo tan interesante publicación...Bendiciones.
Qué hermoso ver cómo has logrado algún sueño de tantos... ¡Nunca dejes de soñar!