Filipenses 4:4-13
4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
5 Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
10 En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad.
11 No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
12 Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
RVR 1960
Desde pequeña mi papá había planeado que yo iría a la casa de unos tíos en EE.UU con el propósito de aprender el idioma inglés. Fue así que a los 12 años, el mismo día de mi cumpleaños, yo estaba en el avión. No sabía lo que me esperaba, pero me iba con toda la esperanza de aprender cosas nuevas. Antes de mi partida una amiga cristiana me regalo un Nuevo Testamento y me dijo que haga la oración para aceptar a Jesús como mi Salvador personal. Hice la oración y lleve conmigo el Nuevo Testamento. El primer mes todo era novedoso. No sentía falta de nada, ni de mi familia, y tampoco me acordaba de Dios. Pero a medida que pasaban los meses, por las noches me sentía triste y sola. Fue entonces que tomé el Nuevo Testamento y comencé a leerlo todos los días. El versículo que marco mi vida desde ese momento y hasta hoy es Filipenses 4:13 "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". Así tomaba fuerzas para otro día más, lejos de mi casa y de mi familia. Después de un año de estudios, regrese a mi país. Y hasta hoy después de 26 años de esa experiencia, este versículo toca profundamente mi corazón. Doy gracias a Dios y a esa amiga que me dio el regalo mas importante para el viaje, un equipaje lleno de bendiciones, promesas y esperanzas de vida: la palabra de Dios.
Aférrate al Señor Jesús en todo lo que hagas y Él te dará la fortaleza a tu alma
Gracias por tu visita!
Reading in Philippians 4: 4-13
Since I was little my father had planned that I would go to the house of some uncles in the United States with the purpose of learning the English language. It was like this that at 12 years old, on the same day as my birthday, I was on the plane. I didn't know what to expect, but I was leaving with all the hope of learning new things. Before I left a Christian friend gave me a New Testament and told me to pray to accept Jesus as my personal Savior. I said the prayer and took the New Testament with me. The first month everything was new. I didn't feel a lack of anything, not even my family, and I didn't remember God either. But as the months went by, at night I felt sad and lonely. It was then that I took the New Testament and began to read it every day. The verse that marked my life from that moment until today is Philippians 4:13 "I can do all things through Christ who strengthens me." This way, I took strength for another day, away from my home and my family. After a year of studies, I returned to my country. And even today after 26 years of that experience, this verse deeply touches my heart. I thank God and that friend who gave me the most important gift for the trip, a baggage full of blessings, promises and hopes of life: the word of God.
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