Mi querida @liveofdalla, agradezco enormemente esta cálida bienvenida. Me siento cobijada por todos ustedes que tienen en alta estima a Eddie y Gris.
Siempre he sido de la idea de que al casarse nuestros hijos varones, no los perdemos a ellos, al contrario, ganamos a una hija. Como tuve dos hijos varones, considero que ellas son un gran regalo.
Cuando estaba a punto de nacer, mis padres que ya habían tenido a mi hermana Brigitte, deseaban que fuera yo un varón. Mi nombre hubiera sido Herbert. No creo haberlos decepcionado, pero el problema fue que no habían seleccionado un nombre de niña. Fue mi abuelo materno que sugirió el nombre, que tomaron de un libro en el que la protagonista de la historia era una enfermera de nombre Dagmar.
Muy acertado el comentario con respecto al nombre de mis hijos. Como su apellido es Espino y vivimos en México, fue una decisión natural elegir estos nombres. Jorge, por ser el primogénito, igual que su papá, cuyo papá también fue Jorge. Un gran honor para mi hijo llamarse como su abuelo, un éminente cardiólogo mexicano, Dr. Jorge Espino Vela. Eduardo nos tomó un poco por sorpresa también (esperábamos a Sofía) y fue mi mamá quien eligió su nombre, ya que nació el día de los Eduardos.
Qué bonita tu profesión y tu perspectiva para quienes, como siempre decía mi suegro, tenemos juventud acumulada. El también bromeaba con la frase tan común, el de dirigirse a nosotros así "Ay, pero vieras ¡qué bien te ves!" Decía que ésto evidenciaba que no era el sentir de las personas.
Deseo que el camino que Eddie y Gris han seguido en HIVE y los resultados logrados, inspiren a muchos para que los puedan acompañar en su proceso y también cosechen muchos éxitos.
Muchos saludos