Mi amigo Jesús Padilla excelso arpista, tocador de joropo como el carnaval.
Al filo de un carnaval. (Letra poética).
Al pie del arpa maranta
y al filo de un carnaval
le pulí todo cristal
a mi inspirada garganta
con fina letra que encanta
a una preciosa morena
bonita, genuina, buena
y pura como una santa.
A la primera mirada
nos tocamos mutuamente,
por lo que forcé mi mente
con la musa continuada.
Una de la madrugada
y el carnaval proseguía
porque el verso me salía
como fuente desbordada.
El público me aplaudía
mi carnaval del amor
que en tono de DO mayor
marcaba la melodía
y, en verdad que nunca había
cantado de esta manera
porque esa morena era
luz para mi poesía.
Hubo entonces un receso
que me llevó a conocerla
y era una brillante perla
propia para el embeleso
y de amor yo quedé preso
con intención de por vida
porque en forma desmedida
ambos perdimos el seso.
Hablamos con gran confianza
y, en medio de ambiente oscuro
hasta del mismo futuro
incluimos la esperanza,
y mientras el tiempo avanza
ya casi está amaneciendo
y nos estamos queriendo
con la furia de una lanza.
La mañana así se hizo
con esa morena al lado
de la que quedé prendado
porque me estremeció el piso
y sentí que un paraíso
iba a volverse mi rancho
al llevármela de gancho
sellando aquel compromiso.
Bonita letra, falta escuchar la música!
Hola, cuando un cantante regional, a quien le hice esta letra, la grabe. Muy bueno óscar Daza.
¡Hermoso e inspirador poema! Esto es para los que creemos en el amor 😉
Lo dice un poeta como Ylich. Muy agradecido por este comentaaio. Y es cierto: para los románticos. Amanecer cantándole a una dama al pie de un arpa llanera.
Que bello poema cuando lo leí imaginé una música de fondo instrumental con el arpa, muy bien amigo un abrazo fuerte, bendiciones.
Hola, Isbel. Muy precisa esa imaginación. Esa letra la hice para un cantante regional de 33 años que es superbueno tocando cuatro y cantando música llanero, y lo motivé a grabar un CD. Esta es la tercera letra que le paso. Muy agradecido.
Wow que genial amigo eso es super.
¡Caramba! Me encantó...