Cuando uno se pierde en la vida a raíz del cansancio, cuando perdemos el amor propio, el rumbo, y la capacidad para decidir es porque nos dejamos morir poco a poco hasta incapacitarnos de todo lo que nos hacía feliz, caemos en la rutina, en el estrés constante. Lo bueno? es que podemos recuperarlo. Lo malo? es que si cedemos demasiado, nos volvemos irreconocibles.
Ese cansancio invisible que se cuela en todo, en el trabajo, en la relación, en la forma en que respiramos incluso y que muchas veces no notamos hasta que ya nos desconectamos de nosotros mismos.
Cuando el cansancio se vuelve costumbre, nos destruye y nos consume lentamente. Hoy me descubrí cansada, pero no de ese cansancio que se cura con dormir, era otro tipo: el que se acumula en la mente, en los hombros, en las conversaciones. Desperté con la sensación de estar corriendo detrás del día sin haberlo empezado aún.
En el trabajo, mi concentración era un hilo fino que se rompía con cualquier distracción, de hecho hubo un punto que mi cerebro se desconectó de la explicación que me daba mi jefa, y me dio un sueño terrible, un sueño que venía acompañado de una especie de bajón de energía.
Leía los mismos correos dos veces, repasaba listas, respondía con frases cortas, y al llegar a casa, no quedaba mucho de mí para compartir. Mi pareja hablaba, pero yo solo asentía, hasta que lo abracé y le dije que estaba muy cansada, tanto que quería dormir o no sabía si me iba a desmayar, como si estuviera ahí y no al mismo tiempo.
Hice la comida y me acosté en el mueble un par de horas tratando de no dormirme, y luego salí con mi esposo a hacer unas diligencias, estuvimos hablando demasiado. Le expliqué que no era falta de amor ni de interés, era cansancio. Ese enemigo silencioso que te roba la presencia. Me costó admitirlo, porque solemos medir el valor por la productividad: si no estás rindiendo, algo está mal contigo. Pero hoy entendí que rendir no siempre es sinónimo de vivir, a veces el cuerpo y la mente no piden más esfuerzo, sino una pausa, un respiro honesto.
Así que en la noche cuando llegamos, hice la cena, limpié un poco y apagué el teléfono para dormir, dejé las notificaciones sin revisar y simplemente me recosté al lado de mi esposo, y por primera vez en mucho tiempo, sentí que el día no me ganaba, que podía detenerlo un instante.
Al final me quedé pensando en que nos enseñan a resistir, pero no a detenernos. Sin embargo, la pausa también es parte del movimiento, cuando el cansancio te nuble, no te exijas claridad: regálate un descanso, no todo se soluciona haciendo más; a veces, la respuesta está en hacer menos, pero hacerlo presente, cuidar de ti no es un lujo, es una forma de amar mejor a los demás.
When we lose ourselves in life due to exhaustion, when we lose our self-esteem, our direction, and our ability to make decisions, it is because we allow ourselves to die little by little until we are incapable of everything that made us happy. We fall into a routine, into constant stress. The good news is that we can recover. The bad news is that if we give in too much, we become unrecognizable.
That invisible exhaustion that creeps into everything, into our work, our relationships, even the way we breathe, and that we often don't notice until we've already disconnected from ourselves.
When fatigue becomes a habit, it destroys us and slowly consumes us. Today I found myself tired, but not the kind of tiredness that can be cured with sleep. It was another kind: the kind that builds up in your mind, on your shoulders, in your conversations. I woke up feeling like I was running behind the day before it had even started.
At work, my concentration was a thin thread that broke with any distraction. In fact, there was a point where my brain disconnected from my boss's explanation, and I became terribly sleepy, a sleepiness that was accompanied by a kind of energy slump.
I read the same emails twice, reviewed lists, responded with short sentences, and when I got home, there wasn't much of me left to share. My partner talked, but I just nodded until I hugged him and told him I was so tired that I wanted to sleep or didn't know if I was going to pass out, as if I were there and not there at the same time.
I made dinner and lay down on the couch for a couple of hours trying not to fall asleep, and then I went out with my husband to run some errands, and we talked too much. I explained to him that it wasn't a lack of love or interest, it was exhaustion. That silent enemy that robs you of your presence. It was hard for me to admit, because we tend to measure value by productivity: if you're not performing, something is wrong with you. But today I understood that performing is not always synonymous with living. Sometimes the body and mind don't ask for more effort, but for a pause, an honest breather.
So when we got home that night, I made dinner, cleaned up a little, and turned off my phone to sleep. I left my notifications unchecked and simply lay down next to my husband, and for the first time in a long time, I felt that the day hadn't beaten me, that I could stop it for a moment.
In the end, I was left thinking that we are taught to resist, but not to stop. However, pausing is also part of movement. When fatigue clouds your mind, don't demand clarity from yourself: give yourself a break. Not everything is solved by doing more; sometimes, the answer lies in doing less, but doing it mindfully. Taking care of yourself is not a luxury; it is a way to love others better.
La fotografías son tomadas por mí con mi celular Redmi 10 y en ocasiones con mi cámara Nikon p500. A parte de fotografías tengo contenido de mis historias diarias, consejos y tips sobre el cuidado del rostro y del cabello, a veces hago maquillajes o recetas de cocina, la mayoría de lo que verás son reflexiones porque creo que cada cosa que nos pasa tiene una explicación o una enseñanza. Mis traducciones son de Deepltranslate, mis editores son Inshot, o Canva. Un abrazo. Los quiero.
The pictures are taken by me with my Redmi 10 cell phone and sometimes with my Nikon p500 camera. Besides pictures I have content of my daily stories, tips and advice on face and hair care, sometimes I do makeup or cooking recipes, most of what you will see are reflections because I believe that everything that happens to us has an explanation or a teaching. My translations are from Deepltranslate, my editors are Inshot, or Canva. Best regards. I love you.
