If you fake it, it won't be long until you make it, right? That is how living the old normal, after living the new normal, feels like. Why do I say the old normal? because people want to act as if nothing happened; as if the pandemic ended, and as if we are free to live our lives as before. Nothing is farther from the truth.
I am having trouble incorporating to the new normal. There is this part of me tired of quarantines, disease prevention, using alcohol like water, and keeping myself from "risky" activities. During these two long years I acted like in prison; I only went out for the absolute necessary actions like buying groceries, working just a couple times per week, purchasing meds, and unavoidable errands. My biggest fear was to bring the virus back home, infect my parents, and cause them a sudden death. I was terrified of that scenario.
Now, the world is asking us to abandon measures like masks, and alcohol for disinfection, or incorporate to more normal life rhythms. Recently, I was asked to return to teaching back at the university. All I can think of is a room full of students and me experiencing an anxiety attack. But it is not just to teach. I have to get there by bus, and I need to take at least three buses to arrive there and to return home. I imagine the struggle for finding cash to pay for the bus which means a long line at the bank. Where do I eat while I am out? Which bathroom do I use? What happens if public transportation is not working that day? There are so many things that can go wrong while trying to go back to the "old normal."
On top of that, our country is still at crisis. A $30 salary doesn't pay even transportation for a month, and I certainly don't want to work only to receive money to go to work next month. Where is the income that would allow me to cover all my needs? Nonetheless, people, authorities, are acting like all is good to go, and they are demanding a return to normality. I couldn't pay my mother's hospitalization for cancer, the chances for paying that same expenditure due to COVID aren't great.
It is a "yes, let's live the old normal" until someone near dies again. When a coworker, classmate, or neighbor suffers the disease and presents complications that is the time we are reminded of the pandemic and how we have all lowered our guards in front of a virus with high virulency and mutagenicity. Then, it is when classes are suspended, workers are sent home for a couple days, and neighbors stay closed doors.
Vaccines are preventing us from suffering a more deadly disease, but they are not preventing contagion. Our old normal is a perfect scenario for the virus to spread, and if we allow it, the pandemic will never end. As a scientist I know we need more data and long-term studies about the vaccines and treatments' efficacy over the coronavirus.
What about the other part of me that wants to stay at home? it is hard to assimilate I should go out more often. I, as any other person, need human interactions. Defeating the hermit in me I nurtured to manage to stay at home during a two-years quarantine is not easy. He want to stay, he doesn't feel any energy to go out, he is not motivated enough by any idea about an outdoor activity, and he doesn't want to feel unsafe.
No matter how we feel, how flagellated we made ourselves, or which part in us is winning our will to act, changes are going to happen. It is hard to adapt to changes, but we must do it in order to keep moving forward. I battle living the old and the new normal. I hope in time, as places are open up to everyone, we open up as well to a world with a different dynamic; a safer dynamic. Meanwhile, it will just be as the phrase perfectly describes it: fake it till you make it, alive I hope.
Si lo finges, no pasará mucho tiempo hasta que lo logres, ¿verdad? Así es como se siente vivir la vieja normalidad, después de vivir la nueva normalidad. ¿Por qué digo la vieja normalidad? porque la gente quiere hacer como si nada hubiera pasado; como si la pandemia terminara, y como si fuéramos libres de vivir nuestras vidas como antes. Nada está más lejos de la verdad.
Tengo problemas para incorporarme a la nueva normalidad. Hay una parte de mí cansada de las cuarentenas, la prevención de enfermedades, el uso del alcohol como agua y evitar actividades "riesgosas". Durante estos dos largos años me porté como en prisión; Solo salía para las acciones absolutamente necesarias, como comprar comestibles, trabajar solo un par de veces por semana, comprar medicamentos y hacer mandados inevitables. Mi mayor temor era traer el virus a casa, infectar a mis padres y causarles una muerte súbita. Yo estaba aterrorizado de ese escenario.
Ahora, el mundo nos pide que abandonemos medidas como las mascarillas y el alcohol para la desinfección, o que nos incorporemos a ritmos de vida más normales. Recientemente, me pidieron que volviera a enseñar en la universidad. Todo lo que puedo pensar es en una sala llena de estudiantes y yo experimentando un ataque de ansiedad. Pero no se trata sólo de enseñar. Tengo que llegar en autobús y necesito tomar al menos tres autobuses para llegar y volver a casa. Me imagino la lucha por encontrar efectivo para pagar el autobús, lo que significa una larga fila en el banco. ¿Dónde como mientras estoy fuera? ¿Qué baño uso? ¿Qué pasa si el transporte público no funciona ese día? Hay tantas cosas que pueden salir mal al tratar de volver a la "vieja normalidad".
Además de eso, nuestro país todavía está en crisis. Un salario de $ 30 no paga ni siquiera el transporte durante un mes, y ciertamente no quiero trabajar solo para recibir dinero para ir a trabajar el próximo mes. ¿Dónde está el ingreso que me permitiría cubrir todas mis necesidades? Sin embargo, la gente, las autoridades, están actuando como si todo estuviera bien y están exigiendo el regreso a la normalidad. No pude pagar la hospitalización de mi madre por cáncer, las posibilidades de pagar ese mismo gasto debido al COVID no son muy buenas.
Es un "sí, vivamos la vieja normalidad" hasta que alguien cercano vuelva a morir. Cuando un compañero de trabajo, compañero de clase o vecino padece la enfermedad y presenta complicaciones es el momento en que recordamos la pandemia y como todos hemos bajado la guardia frente a un virus de alta virulencia y mutagenicidad. Entonces, es cuando se suspenden las clases, se envía a los trabajadores a casa por un par de días y los vecinos se quedan con las puertas cerradas.
Las vacunas están evitando que padezcamos una enfermedad más mortal, pero no están evitando el contagio. Nuestra vieja normalidad es un escenario perfecto para que el virus se propague, y si lo permitimos, la pandemia nunca terminará. Como científico, sé que necesitamos más datos y estudios a largo plazo sobre la eficacia de las vacunas y los tratamientos contra el coronavirus.
¿Qué pasa con la otra parte de mí que quiere quedarse en casa? es difícil de asimilar debería salir más a menudo. Yo, como cualquier otra persona, necesito interacciones humanas. Derrotar al ermitaño que crié en mí para lograr quedarme en casa durante una cuarentena de dos años no es fácil. Quiere quedarse, no siente energía para salir, no está lo suficientemente motivado por ninguna idea sobre una actividad al aire libre y no quiere sentirse inseguro.
No importa cómo nos sintamos, qué tan flagelados nos hayamos hecho, o qué parte de nosotros esté ganando nuestra voluntad de actuar, los cambios van a suceder. Es difícil adaptarse a los cambios, pero debemos hacerlo para seguir avanzando. Lucho por vivir la vieja y la nueva normalidad. Espero que con el tiempo, a medida que los lugares se abran para todos, nos abramos también a un mundo con una dinámica diferente; una dinámica más segura. Mientras tanto, será como la frase lo describe perfectamente: finge hasta que lo logres, vivo, espero.