Qué drásticas costumbres las de antes donde ya le arreglaban la vida a las mujeres ubicándole un marido que a veces ni siquiera conocían. Lo triste es que muchas terminaron aceptando su suerte y pariéndoles hasta 10 muchachos y más. La lucha en contra de esas nefastas tradiciones sociales continúa. Viviremos para ver eso y más, amiga. ¡¡Felicidades y éxitos!! Maravilloso relato.
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¡Así es, @annafenix! Esas costumbres todavía siguen, incluso en algunos lugares de México (mayormente zonas rurales). Y como dices, la lucha continúa y desde todos los ámbitos, incluyendo en el educativo, el cual considero crucial en esta sociedad cada vez más tecnológica.
¡Un abrazo!
Sabias palabras amiga. ¡¡Un abrazo!!