Amé cada segundo de esa charla, y te vi junto a tu padre haciendo pausas muy breves para observar sus gestos, y esperando alguna interrupción, pero él se encontraba muy sereno y atento con sus piernas cruzadas, como acostumbraban todos nuestros papás al sentarse, y con una leve sonrisa de aprobación y orgullo en su rostro. Esperando el momento preciso para responderte. ¡Qué hermoso diálogo amigo! Mil gracias por compartirlo con nosotros.
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Hola Ana (@annafenix).
Gracias por tus maravillosas palabras y por permitirme participar en la iniciativa.
Cariños desde este lado del planeta.
Un placer amigo, gracias a ti.
Siempre eres bienvenido a este espacio.