Me quedé dormido muy temprano, y estoy despierto desde hace rato, entonces una luz blanca, la luz de un edificio ungido milagrosamente, me sacó del túnel de mis sàbanas.
Sabes una cosa, peregrino, que yo tengo mi cuento con lo del túnel, con lo de ir i venir, y yo no soy de poderes metafísicos ni nada de eso, te contaré:
Era de madrugada, me había bañado, me gusta dejarme el agua, casi no me seco, me tapé con mi toalla y me dirigía a mi cuarto, me llamó la atención una rama de una enredadera que venía de una laguna, la cual debía cortar, me monte en una vieja escalera piramidal, tome un machete e intenté cortarla, como sentí que la escalera se iba a caer me aguanté de un aire acondicionado, por algún desperfecto este estaba pasando corriente, todo pasó en segundos, sentí que una fuerza suprema me atraía con furia hacia ella; luchaba, pero sabía que era más fuerte que yo, vi dos cosas, la imagen del diablo, esa que han dibujado en nuestro subconsciente desde niño, y el túnel, y la luz blanca al final; lo sorprendente fue que en ese instante, no tuve miedo, tuve coraje, valor.
La vieja escalera cedió y mi peso hizo que la electricidad me soltara, caí al piso, el golpe fue fuerte, pero no me pasó nada.
Es decir mi pana, que estoy vivo de milagro, eso pasó en Cumaná, hace como 8 años mas o menos, pero.no lo olvidaré nunca.
Saludos señor de los túneles de Madrid.
Pana, me has dejado anonadado con tu historia. Ya hablaremos tranquilamente de este tema, pues aunque no de una forma tan espectacular como la tuya, yo también he tenido ciertos, digamos, 'contactos con el otro lado' y me parece de lo más interesante. Por eso, quizás, en mis fotografías siempre intento buscar otras realidades, otros temas de interpretación, otras manera de ver e interpretar los entornos y las circunstancias en las que habitualmente nos desenvolvemos. En definitiva, parte de ese 'realismo fantástico', que a fin de cuentas, constituye una pequeña parte de esa sal y esa pimienta, que después de todo, podemos llegar a pensar que es la vida y sus misterios. Un abrazo