Desde luego que sí. Lo siento por quien no sepa apreciarlo, pero, en mi caso, me siento tremendamente feliz de poder recorrerlo, sobre todo, cuando, huyendo de las grandes ciudades, te pierdes por estos maravillosos y enigmáticos entornos rurales, que es, en realidad, donde descubres no sólo cosas sorprendentes, sino gentes más sorprendentes todavía, que te ayudan a crecer y a apreciar este verdadero legado.
Desde luego que sí. Lo siento por quien no sepa apreciarlo, pero, en mi caso, me siento tremendamente feliz de poder recorrerlo, sobre todo, cuando, huyendo de las grandes ciudades, te pierdes por estos maravillosos y enigmáticos entornos rurales, que es, en realidad, donde descubres no sólo cosas sorprendentes, sino gentes más sorprendentes todavía, que te ayudan a crecer y a apreciar este verdadero legado.