Al igual que tú los prejucios me molestaban, sí en pasado. Intenté eliminarlos, pero me di cuenta que mientras más lo intentaba más prejuicios tenía. Lo que he aprendido es que los prejucios pueden llegar a ser un mecanismo de defensa propia. Ha no eleminar a los prejucios, sino a enfrentarlo a la realidad. Ver si eso prejucios son verdad o mentira para crear un juicio real de las personas. Y es que las primeras impresiones que tenemos de las personas son muy importantes. Tenemos que partir de algo para poder crear un juicio real de las cosas. La idea no es ser prejucioso, es no dearle tante importancia y creer que ese es el jucio definitivo que tenemos de las personas.
Me gustó mucho tu post. Graicas por compartirlo.
Saludos