
Dormir no es perder el tiempo, es una forma de sanar, restaurar y prepararnos para un nuevo día.
En esta etapa de la vida, el sueño cambia, pero sigue siendo esencial para mantenernos sanos, animados y en paz.
1. ¿Por qué el descanso es tan importante?
Cuando dormimos bien:
El cuerpo se recupera y fortalece.
El corazón descansa y la presión arterial se regula.
La mente se despeja y la memoria mejora.
El ánimo se estabiliza y disminuye la ansiedad.
Tenemos más energía y claridad al día siguiente.
Dormir bien es un regalo que podemos cultivar cada noche.
2. Claves para mejorar la calidad del sueño
Establece una rutina de sueño, dormir y levantarse a la misma hora ayuda al cuerpo a encontrar su ritmo.
Evita las siestas largas durante el día, una siesta corta (20-30 minutos) es suficiente para reponerse sin interrumpir el sueño nocturno.
Crea un ambiente tranquilo en tu habitación, oscuridad, silencio y buena ventilación favorecen el descanso.
Evita pantallas y noticias fuertes antes de dormir, mejor leer algo edificante o escuchar música suave.
Cena liviano y al menos dos horas antes de acostarte, evita el café o bebidas azucaradas en la noche.
Practica la oración, respiración profunda o estiramientos suaves antes de dormir, esto ayuda a calmar la mente y entregarle el día a Dios.
3. ¿Y si me cuesta dormir?
Es normal que el sueño cambie con los años, pero no hay que resignarse. Si te cuesta dormir, no te preocupes: da gracias a Dios por el momento, respira profundo y repite un versículo en tu mente. La Palabra de Dios es bálsamo para el alma.
Consejo espiritual:
Ora antes de dormir. Dale gracias a Dios por el día vivido, suelta tus preocupaciones y pídele paz para tu corazón.
Puedes leer Salmo 4:8:
“En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.”
Frase del día:
"Dormir bien es confiar en que Dios cuida de ti incluso mientras descansas."
Amén!! Dios es bueno!!
Bendiciones!!
Amén. Gracias por leerme.