La comida es un pilar de nuestra cultura, un acto de compartir y de celebrar. Sin embargo, en la vida diaria de una familia, la comida puede convertirse en una fuente de estrés, especialmente cuando un niño es quisquilloso o cuando los padres se preocupan por si no come lo suficiente.

La relación que un niño desarrolla con la comida va mucho más allá de los nutrientes; está profundamente ligada con sus emociones y su bienestar. Ayudar a nuestros hijos a tener una relación saludable con la comida significa enseñarles a escuchar a su cuerpo y a disfrutar de la comida sin ansiedad.
¿Qué es una relación saludable con la comida?
Una relación sana con la comida es aquella en la que los niños:
Comen cuando tienen hambre y se detienen cuando están satisfechos. Escuchan las señales internas de su cuerpo.
Disfrutan de una variedad de alimentos sin sentirse obligados o culpables.
Ven la comida como fuente de energía y placer, no como una recompensa o un castigo.
No asocian la comida con emociones negativas como la tristeza, el estrés o la frustración.
Claves para fomentar una relación positiva con la comida
Como padres, nuestro papel es fundamental para guiar a nuestros hijos hacia esta relación positiva. Aquí tienes estrategias prácticas para lograrlo:
1. Evita Usar la Comida como recompensa o castigo:
"Si te comes todo, te doy un helado": Esto enseña que los alimentos "prohibidos" son más valiosos. En lugar de eso, celebra con una actividad especial, como ir al parque o leer un cuento extra.
"Si no te comes las verduras, no hay postre": Esto asocia las verduras con una tarea desagradable y el postre con un premio, lo que genera una aversión a lo saludable.
2. Confía en las señales de su cuerpo:
El Rol del Padre: Tú eres responsable de qué alimentos se ofrecen, cuándo y dónde.
El Rol del Niño: Él es responsable de cuánto come. Confía en su instinto de hambre y saciedad. Si un día come menos, no te alarmes. Los niños tienen una gran capacidad para regularse.
No lo fuerces: Obligar a un niño a comer todo lo que hay en el plato puede llevarlo a desconectarse de sus propias señales de saciedad.
3. Crea un Ambiente de Paz en la Mesa:
Sin Distracciones: Las comidas deben ser un momento para compartir en familia. Apaguen las pantallas y conversen. Esto ayuda a que el niño se concentre en la comida y en la experiencia de comer.
Evita las Batallas: El estrés y la presión en la mesa pueden hacer que los niños desarrollen una relación negativa con la comida. Mantén la calma y el ambiente relajado.
4. Involúcralos en el Proceso de la Comida:
Pequeños Chefs: Desde lavar vegetales hasta mezclar ingredientes, la participación hace que la comida sea una actividad divertida y no una imposición.
Visitas al Mercado: Llévalos al mercado o al supermercado. Deja que elijan una fruta o verdura que les guste y que quieran probar.
4. Modela una Relación Saludable:
Predica con el Ejemplo: Tus hijos observan cómo te relacionas con la comida. Si te ven saltarte comidas o tener una actitud negativa hacia ciertos alimentos, es probable que imiten ese comportamiento.
Habla de la Comida con Positivismo: Habla de la comida como fuente de energía, de placer y de salud, en lugar de clasificarla como "buena" o "mala".
Ayudar a los niños a tener una relación sana con la comida es una de las lecciones más importantes que podemos darles para su bienestar a largo plazo. Al centrarnos en la confianza, el respeto y el disfrute, les estamos equipando para nutrir sus cuerpos y sus mentes de forma consciente.
¿Qué truco usas para que el momento de la comida sea más divertido y menos estresante? ¡Cuéntanos!
Fuente de información:
4 consejos para hacer disfrutar a tu pequeño del momento de la comida
Cómo fomentar una buena relación con la comida